Artículos de Opinión

Sobre las opiniones favorables al régimen de Maduro y las verdaderas violaciones a la soberanía de Venezuela.

Sería bueno abrir un debate público con estos seguidores de Maduro en especial con diputados que abogan por él y preguntarles, qué pensarían si el presidente Piñera desconociera la Corte Suprema de Justicia y creara una a su conveniencia para sentenciar a sus adversarios.

Estos días de tensión que se viven en Venezuela debido a las manifestaciones de sus ciudadanos apoyados por grupos militares y policiales convocadas por el Presidente Encargado (E) Juan Guaidó, han sido motivos de pronunciamientos de mandatarios de toda la región que condenan los hechos de violencia, las violaciones de Derechos Humanos y las imposiciones del régimen autoritario y forajido de Maduro; aunque todavía ningún mandatario a utilizado estos términos no se lo puede dar otro nombre.
Por otro lado, activistas políticos simpatizantes de las tendencia ideológica denominada “izquierda”, hacen gala al cuestionar a quienes han hecho dichos pronunciamientos tildándolos de injerencistas, de violadores de la soberanía de Venezuela y, que sostienen que estas manifestaciones son productos de actos provocados por los Estados Unidos que busca adueñarse de las riquezas de Venezuela.
En el presente análisis con fundamento en la Constitución de Venezuela se podrá determinar cuál de las dos posiciones políticas están violando la soberanía de Venezuela.
Primeramente, hay que definir qué es una democracia. La etimología de la palabra es la mejor referencia: Demos (pueblo) y Kratos (poder) es decir, el poder del pueblo; tomando como referencia al político estadounidense y expresidente de ese país Abraham Lincoln la democracia es: el poder de pueblo, por el pueblo y para el pueblo.  De acuerdo con el filósofo italiano Norberto Bobbio se requiere como mínimo para que haya democracia: la participación política de los ciudadanos y la toma de decisiones en base a la mayoría entre otros elementos; en su libro "El Futuro de la Democracia" considera que, La democracia es dinámica, el despotismo es estático. Tomando en cuenta las diversas apreciaciones se puede concluir que, la democracia existe únicamente cuando la organización político territorial denominada Estado y sus elementos existenciales como el elemento político llamado poder, se somete a las decisiones de la mayoría de sus ciudadanos que son parte del elemento humano población.
Soberanía. El artículo el artículo 5 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) establece que, la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo; la etimología de la palabra tiene origen del latín “superanus” que significa súper, sobre o encima;  de acuerdo a Jean Bodin la soberanía: es el poder absoluto de quien tiene la decisión; este concepto estaría definiendo en realidad al Soberano que es como indica la norma el que ostenta el poder y lo ejerce en la toma de decisiones, en el tercer elemento existencial del Estado que es el territorio, el resultado de la soberanía sería la autodeterminación; desde el punto de vista externo se entiende por soberanía la no injerencia de otros Estados en dicha toma de decisiones. Para Rousseau la soberanía es el poder supremo intransferible, inalienable e imprescriptible del pueblo quien puede agregar, quitar y decidir lo que sea y a su vez controlar todo incluyendo al Estado.   
Tomando ambas concepciones de democracia y soberanía se entiende que están unidas entre si aunque no necesariamente se dan en el mismo tiempo y espacio ya que hay Estados democráticos que no son soberanos porque existe injerencia de otros gobiernos sobre estos, dicha situación ha sido la dura crítica de políticos de “izquierda” del continente respecto a los gobiernos y personalidades políticas que se han manifestado en contra del hasta hace poco considerado gobierno de Maduro actualmente usurpador del cargo de Presidente de Venezuela, ya que, según los simpatizantes de la ideología socialista y/o comunista, estos políticos y gobiernos violan la soberanía de Venezuela al opinar en contra de Maduro y sus actuaciones.
Ahora bien, tomando en cuenta los autores mencionados Ut supra sobre la democracia y la concepción de Asamblea General de las Naciones que la conceptualiza de la siguiente manera: «la democracia es un valor universal basado en la libertad libremente expresada del pueblo para determinar sus sistemas políticos, económicos, sociales, y culturales, y su plena participación en todos los aspectos de su vida»;  hay que definir que, si la democracia y la soberanía son del y para el pueblo, no debe confundirse pueblo con gobierno ya que se han descrito ambos como elementos existenciales del Estado considerando además que, un sistema autoritario como se ha descrito en la publicación de fecha 29 de diciembre se autoproclama para sí no sólo la gestión de gobierno sino además la intransferible soberanía del pueblo. Hay que mencionar que el pueblo soberano de Venezuela no contó con los medios de participación democráticas para llevar a cabo elecciones libres y transparentes ver en el enlace anterior “Poder Electoral”, en base  ello y con fundamento en el artículo 350 de la Constitución, el pueblo soberano de Venezuela desconoce el régimen de Maduro lo que lo coloca en una situación al margen de la Constitución. Si se considera que el soberano es el pueblo entonces Maduro es un usurpador de autoridad como lo señala el artículo 138 concatenado con el artículo el artículo 5 de la CRBV inspirado en Rousseau.   
La crisis política, económica y social tiene un único responsable que es el régimen socialista de Maduro que desconoce la soberanía popular, por otro lado, el usurpador que tiene sus seguidores entre los que destacan algunos que sueñan con un sistema autoritario violador de los Derechos Humanos, corrupto y destructivo como el de Cuba y ahora en Venezuela para vengarse de los capitalistas, y otros, que defienden estos sistemas por intereses económicos, sobre los críticos que cuestionan a mandatarios como el Presidente Piñera haciendo alusión al caso concreto de Chile al que tildan de “injerencista” por estar violando la soberanía de Venezuela. Es evidente que estas personas son actores ideológicos irracionales, otros son marionetas del régimen de Maduro y en algunos casos, son personas pagadas para hacer las veces defensores de la narco – tiranía; el primer mandatario nacional de Chile independientemente de su tendencia política se pronuncia en favor del pueblo venezolano no siendo estos violatorio sino todo lo contrario, (apoyo al soberano).
Si el pueblo de Venezuela es el soberano y Maduro no cuenta con la aprobación de este, quiere decir que es un tirano usurpador y quienes apoyan a Maduro, están violando la soberanía de Venezuela ya que están en contra de su titular (el pueblo), el caso contrario es que, quien se pronuncie a favor del pueblo venezolano valga decir en contra de Maduro, está con el pueblo (soberano) de Venezuela y estar a favor del único titular de la soberanía como lo establece el artículo 5 de a Constitución, mal puede ser tildado de injerencista.
Los únicos que violan la soberanía de Venezuela son los cómplices de Maduro que van en contra de la voluntad del soberano que es el pueblo de Venezuela, como los rusos, los cubanos que están en el país en contra de la voluntad del pueblo, los partidarios de las corrientes izquierdistas de varios países del continente incluyendo uno que otro senador de Chile que son detractores de la democracia y de los Derechos Humanos en Venezuela que descalifican a quienes defienden al pueblo venezolano y abogan por ponerle fin a la crisis.
Los venezolanos están en estos momentos en las calles dando cumplimiento a los artículos 333 y 350 que establecen la desobediencia legitima como deber para el restablecimiento de la Constitución y en desconocimiento al régimen forajido, abusador y usurpador de Maduro, cualquiera que estuviese en las condiciones en las que se encuentran los venezolanos saldría a protestar no por los Estados Unidos, sino por recuperar a su país.
Para concluir, un silogismo simple: si la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo de Venezuela, es este el soberano; si el soberano no aprueba a un gobierno y este se mantiene, está en contra de la voluntad del soberano lo que lo hace usurpador; quien apoya al Soberano lo hace en favor de su soberanía, quien apoya al usurpador, viola la soberanía por ir en contra de su titular.
En Venezuela no hay un gobierno electo por el soberano, por lo tanto, no hay un gobierno legítimo en base a la autodeterminación sino imposición, el que apoye al pueblo de Venezuela lo reconoce como soberano y con ello manifiesta su respeto a  su soberanía, quien abogue por Maduro es un injerencista que va en contra de su soberanía ya que el artículo 5 constitucional en su última parte establece que: “los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos” y Maduro está en contra de la voluntad del pueblo que es el único que ostenta la soberanía.
Sería bueno abrir un debate público con estos seguidores de Maduro en especial con diputados que abogan por él y preguntarles, qué pensarían si el presidente Piñera desconociera la Corte Suprema de Justicia y creara una a su conveniencia para sentenciar a sus adversarios, si eliminara al Congreso y con ello la inmunidad parlamentaria y ordenara la capturas a los diputados a quienes detienen arbitrariamente, y si el Ministerio Público también lo desintegrara y lo tuviese a su disposición para acusar a quienes opinen en su contra, seguro que eso si les parecería un régimen antidemocrático, pero si su corriente ideológica es la que impone esos excesos como en Venezuela, su percepción es que eso es democracia. Lamentablemente no han querido abrir el debate. (Santiago, 2 mayo 2019)

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