Un particular dedujo recurso de protección en contra de sus vecinos por haber cerrado con alambre un portón que existía en el deslinde, inhabilitando -según afirman- un camino vecinal cuyo uso es inmemorial. De ese modo, aducen, su derecho a desarrollar una actividad económica y el derecho de propiedad se ve menoscabado.
Los recurridos informan que no existe servidumbre de tránsito establecida legalmente ni delimitada en forma alguna, ni siquiera como mera tolerancia, por lo que es imposible que hayan desarrollado acciones tendientes a impedir el paso por un camino que jamás ha existido ni aun establecido como huella.
La Corte Suprema revocó la sentencia en alzada y reiteró lo que ha sostenido en fallos anteriores (Rol N° 7206-2010), en cuanto a que no puede estimarse conculcada ninguna garantía constitucional si “no se encuentra acreditado por quien acciona por la presente vía que sea titular de algún derecho de uso o de servidumbre que lo autorice para transitar por el camino objeto de estos autos”.
El fallo agrega que aún cuando los recurrentes pudiesen haber transitado a través de los terrenos en cuestión, tal conducta no transforma “en un derecho que grave el inmueble en que se encuentra la vía que motiva este recurso, toda vez que de conformidad con lo que dispone artículo 882 del Código Civil las servidumbres discontinuas -a la cual pertenece la de tránsito- sólo pueden adquirirse por medio de un título, del cual carece la recurrente, y de ahí que ni aun el goce inmemorial bastaría para constituirlas”.