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CC de Colombia apuesta a seleccionar tutelas con inteligencia artificial.

Una máquina permitiría hacer un primer filtro sobre los 50.000 expedientes que llegan cada mes.

30 de octubre de 2018

En una reciente publicación de eltiempo.com se da a conocer el artículo “La Corte le apuesta a seleccionar tutelas con inteligencia artificial”.
Se sostiene que en los próximos años, si los planes de la Corte Constitucional se hacen realidad, el alto Tribunal tendrá un nuevo funcionario que se encargará de revolucionar la forma como hoy opera la institución. Será un robot que usará la inteligencia artificial para hacer el primer filtro de selección de los fallos de tutela que vienen de todo el país y deberían ser revisados por la Corte Constitucional.
También deberá disminuir los riegos de corrupción y encargarse de la recopilación de información que podría ser el insumo para construir políticas públicas.
Esas tres ambiciosas funciones, se añade, en las que la tecnología tiene un papel fundamental, son parte de un proyecto de innovación tecnológica en el que viene trabajando la Corte de la mano del Gobierno, la Judicatura, la Universidad del Rosario y el Dalai Lama Center, que el 10 de octubre pasado les presentó prototipos de inteligencia artificial usados en la justicia. Con esa institución, se están revisando cuáles son las necesidades de infraestructura y de software para poder iniciar un piloto.
Para la Corte, se asegura, tener esta máquina es un sueño porque permitiría ahorrar costos y tiempo. El primer paso, según el magistrado Alejandro Linares, presidente del Alto Tribunal, es “digitalizar todos los fallos de tutela que se han emitido, no solo en ese alto tribunal, sino en todos los juzgados del país”. Esto, con el fin de que, al leer los procesos, la máquina no tenga sesgos y cuente con la totalidad de información de tutelas.
A continuación, se expone que desde 1991, cuando nacieron la Corte y la tutela, esa corporación ha recibido 7 millones de recursos. Nada más el año pasado, fueron radicados 607.500. Hoy en día, la mayoría de fallos que provienen de las regiones son voluminosos expedientes físicos, por lo que el reto de digitalizar las tutelas es grande.
El año pasado, la Corte inició en Sincelejo un proyecto piloto del que lograron recibir en forma digital 205 expedientes de tutela. Pero la desconexión a internet en muchas zonas del país, sumada a los problemas que afrontan juzgados que trabajan con las uñas, y que no tienen herramientas tecnológicas, son algunos de los retos que se deben superar para desarrollar la inteligencia artificial en la justicia.
Luego, se destaca que después de tener digitalizados los fallos, y “tras aprender, en un proceso de prueba y error, la máquina tendrá la responsabilidad de ser el primer filtro de las tutelas”, asegura Linares. Así, tendrá que revisar unas 40.000 o 50.000 tutelas que recibe la Corte, en promedio, cada mes.

Elegir lo relevante

Enseguida, el texto explica que para poder saber qué fallos de tutela se deben elegir para ser revisados, la máquina tendrá que aprender cuáles son los criterios de selección que maneja la Corte.
Así, la institución fijará unos lineamientos sobre los que trabajará el robot. Tendrá que saber, por ejemplo, si un fallo de tutela es relevante porque permite unificar jurisprudencia; es un asunto novedoso; sirve para aclarar el alcance de un derecho fundamental; si es urgente para proteger derechos; si permite tener un enfoque diferencial frente a minorías o mujeres; si es una tutela contra una providencia judicial o si es clave en temas de patrimonio público.
Al basarse en criterios objetivos que pasan por un proceso de inteligencia artificial, la máquina podrá ser una garantía de imparcialidad y transparencia en la selección de tutelas, mecanismo por el que en el pasado la Corte ha sido cuestionada, por ejemplo en el caso del exmagistrado Jorge Pretelt.
Pero, además, para la construcción de políticas públicas, la máquina tendrá la función de crear bases de datos y codificar las decisiones. Esa función es clave porque de todos los expedientes que se reciben, la Corte selecciona un 3 por ciento para su revisión. El resto regresa a los juzgados de origen, y esos casos quedan cerrados. “Hoy en día, el 97 por ciento de la información de las tutelas se está perdiendo, y esas decisiones podrían ser un importante insumo para diseñar políticas públicas. La tutela es un medidor de lo que está pasando en el país”, agrega Linares.
Otra tarea en la que podría ayudar la máquina, se añade, es en identificar las posibles formas de resolución de un caso. “Podría encontrar las diferentes líneas jurisprudenciales, y esto le permitiría a la Corte saber en qué casos se debe unificar jurisprudencia”, explica Linares.
La inteligencia artificial ya ha funcionado en otros países como Perú, Brasil, Estados Unidos. Si en Colombia se logra cumplir esta meta, podría ser una herramienta clave para mejorar la efectividad de la justicia.

Datos abiertos para la ciudadanía

Además se afirma que otra de las apuestas tecnológicas de la Corte es la digitalización de los fallos de constitucionalidad. El alto tribunal ya ha avanzado digitalizando todas esas decisiones en las que se presentan demandas contra normas que se considera que van en contra de la Carta del 91. La idea es que, en un futuro, todas las demandas se puedan presentar por internet y que cualquier ciudadano lo pueda hacer desde la comodidad de su casa. Por ahora, la Corte trasladó a datos abiertos la información sobre todas las demandas de constitucionalidad y también sobre cuáles fueron sus decisiones en normas del acuerdo de paz.

 

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