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13 semanas de suspensión a un jugador de rugby por limpiarse la nariz en un rival.

Morder a un rival se sanciona con suspensión de entre 12 y 208 semanas, golpear a un jugador con la mano o con el brazo se sanciona con suspensión de entre 2 y 52 semanas y dar un cabezazo al rival se castiga con suspensión de entre 6 y 104 semanas.

22 de febrero de 2019

En una reciente publicación del medio español Confilegal seda a conocer el artículo “13 semanas de suspensión a un jugador de rugby por limpiarse la nariz en un rival”.
Se sostiene que La Guinness Pro 14, una de las mejores ligas de rugby de todo el mundo, ha sancionado al jugador sudafricano Nico Lee, de los Toyota Cheetahs, con 13 semanas de suspensión.
¿El motivo? Limpiarse la nariz en un rival durante el encuentro contra el equipo irlandés Connacht el pasado 16 de febrero.
A continuación, se detalla que el Comité Disciplinario considera que la acción del jugador es un acto de juego sucio contrario al espíritu deportivo que en ningún caso pertenece al rugby.
Concretamente, la acción de Lee infringe el Reglamento de la World Rugby, que apela precisamente al espíritu deportivo en el artículo 9.27 del apéndice 1 de la sección 17.
En un principio, la sanción impuesta ascendía a 26 semanas de suspensión, pero el jugador pidió perdón por los hechos y el Comité rebajó la sanción a la mitad, por lo que no podrá jugar hasta el 21 de julio de 2019. 

 

¿Cómo se sancionan las conductas antideportivas en el rugby?

 

El texto explica que el rugby puede presumir de ser un deporte marcado por el respeto al rival y a las decisiones arbitrales.
A nivel internacional, las conductas antideportivas se sancionan en base al Reglamento de la World Rugby, la institución que gobierna las federaciones de rugby de todo el mundo.
El apéndice 1 de la sección 17 del Reglamento recoge las diferentes acciones antideportivas que pueden darse en este deporte (agresiones físicas, juego peligroso, faltas de respeto, etc.) y prevé duras sanciones a los jugadores según la gravedad de la acción.
A modo de ejemplo, se analizan las diferentes sanciones que se pueden imponer a los jugadores de rugby por agredir a un rival o por llevar a cabo conductas contrarias al espíritu deportivo.
En cuanto a las agresiones, recogidas en el artículo 9.12, morder a un rival se sanciona con suspensión de entre 12 y 208 semanas, golpear a un jugador con la mano o con el brazo se sanciona con suspensión de entre 2 y 52 semanas y dar un cabezazo al rival se castiga con suspensión de entre 6 y 104 semanas.
Las ofensas verbales, basadas en color de piel, religión u orientación sexual, se sancionan con suspensión de 6 y 52 semanas, dependiendo de la gravedad de la ofensa (artículo 9.12).
Con respecto a las conductas contrarias al espíritu deportivo, que son las que han servido de base para sancionar a Nico Lee con 13 semanas, se recogen en el artículo 9.27. Así, agarrar del pelo puede sancionarse con suspensión de entre 2 y 52 semanas, escupir a un rival puede castigarse con suspensión de entre 4 y 52 semanas y agarrar los genitales de un rival tiene como sanción la suspensión de entre 12 y 208 semanas.
Por último, el Reglamento del World Rugby también castiga duramente las faltas de respeto hacia los árbitros (artículo 9.28), con sanciones de entre 2 y 52 semanas de suspensión.

 

Otras sanciones ejemplares en el mundo del rugby

 

El texto expone que en abril de 2018, Rugby Europe impuso sanciones ejemplarizantes para varios jugadores de la selección española de rugby por los hechos acaecidos tras el Bélgica-España de clasificación para la Copa del Mundo 2019.
Al finalizar el partido, los jugadores españoles fueron a por el árbitro, que tuvo que salir escoltado.
Las sanciones para los jugadores fueron de 43, 36 y 14 semanas de suspensión.
En 2017, Mark Meafua fue suspendido por 10 años tras agredir brutalmente al árbitro en la final sub 19 de la Hunter Rugby Union.
A finales de 2016, Bruno Andrés Doglioli, capitán del Rangers Rugby Vicenza de la liga italiana de rugby, fue suspendido tres años por la Federación Italiana de Rugby por realizar un durísimo placaje a una árbitro de 23 años.
Ese mismo año, la liga Top 14 de Francia sancionó a Silvere Tian con un año de suspensión por dirigirse al árbitro con “palabras o acciones amenazadoras”.
También en 2016, la RFU (Rugby Football Union, de Inglaterra) sancionó a Chris Ashton con 13 semanas de suspensión por morder repetidamente a un rival durante un encuentro.
Por último, en 2011, el italiano Leonardo Ghiraldini fue suspendido 15 semanas por meter el dedo en el ojo a un jugador de Irlanda durante la Copa del Mundo de Rugby.

 

¿Cómo se sancionan las agresiones en España?

 

Por último, el texto puntualiza que en España, la Federación Española de Rugby tiene un reglamento propio para sancionar las agresiones a nivel interno: el Reglamento de Partidos y Competiciones.
El artículo 89 de este reglamento regula las diferentes agresionesy sus posibles sanciones, en función de la zona del cuerpo a la que afecten:

–      Zona compacta: extremidades, hombros y glúteos

–      Zona sensible: pecho y espalda.

–      Zona peligrosa: cabeza, cuello, zona de la región del hígado, riñones, bazo y genitales.

Así, las faltas leves, como una agresión con la mano sin causar daño o lesión o un pisotón en zona compacta, se sancionan con suspensión de uno a cuatro partidos.
Mientras, las faltas graves, como una agresión con el pie en zona sensible del jugador durante una acción del juego, se sancionan consuspensión de cuatro a veinte partidos o de un mes a un año.
Por último, las faltas muy graves, como un rodillazo en zona peligrosa fuera de la acción del juego, se castigan con sanciones de uno a cuatro años de suspensión.
Además, el Reglamento prevé duras sanciones para los jugadores de rugby por las faltas contra árbitros, directivos y aficionados.

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