En una reciente publicación de Libertad y Desarrollo (LyD) se da a conocer el informe “Evolución reciente del mercado laboral”.
Sostiene que después de cuatro años de Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, la economía chilena registró un importante deterioro, traducido en un menor ritmo de expansión de la actividad y un retroceso de la inversión y del empleo, con un empeoramiento importante en la calidad del mismo.
A continuación, señala que durante 2018 Chile volvió a registrar tasas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) significativas y recuperó la inversión. El empleo, en tanto, mejoró sustancialmente hacia trabajos de mejor calidad, con un nivel de ocupados que avanza, aun cuando según las cifras oficiales, de manera menos dinámica que el año anterior, cuestión que se explica más adelante en este documento.
Añade que fuentes alternativas sugieren, sin embargo, que el mercado laboral ha sido más dinámico y que, además, se cuenta con mejores perspectivas hacia adelante.

MERCADO LABORAL: DESEMPEÑO 2018

LyD asegura que durante 2018 el mercado laboral comenzó a recuperarse en términos de calidad, luego del daño que significó el frenazo económico sufrido durante los cuatro años previos. Por el lado del dinamismo, en tanto, es sabido que éste demorará en recuperarse, puesto que reacciona con rezago al desempeño de la actividad.
Enseguida explica que respecto de la calidad del empleo, recuerda que durante el período 2014-2017, el empleo por cuenta propia, es decir, aquel de peor calidad -ya que no cuenta con contratos ni cotizaciones previsionales ni con los resguardos que al efecto provee la legislación laboral- aumentó de manera importante, al tiempo que el empleo asalariado vio disminuida su creación.
A su vez, y respecto de este último, lo que se observó durante esos años fue una importante creación de empleo asalariado público, donde sólo durante el 2017, las contrataciones promediaron en torno a 75.000 en contraposición al empleo asalariado privado, que vio destruido, en promedio, algo más de 18.000 puestos de trabajo.
Rompiendo estas tendencias, expone que durante 2018 se logró avanzar de manera clara en una mejor calidad del empleo. Esto, por cuanto se registró un incremento de la proporción de creación de empleo asalariado privado respecto del año anterior, al tiempo que se redujo la del empleo asalariado público y la del empleo por cuenta propia.
En términos absolutos, continúa, y tomando promedios hasta el trimestre móvil septiembre noviembre, nos encontramos con que, respecto de 2017, la creación de empleo asalariado privado aumentó en 66.130 en 2018, al tiempo que la de empleo asalariado público cayó en 10.923, mientras que la creación de empleo por cuenta propia promedio se redujo en 51.572 respecto del mismo promedio del 2017.
Por el lado del dinamismo del mercado laboral, durante el 2018 la discusión se centró en que la tasa de desempleo no se redujo al ritmo esperado, considerando un crecimiento del PIB de 4%, así como tampoco durante el período 2014-2017 aumentó de manera sustantiva, a pesar de un crecimiento promedio del 1,7%.
Esto, indica LyD, tiene relación con el rezago con que actúa el mercado laboral, el cual no se ajusta rápidamente a los cambios en el ritmo de la economía. Por otra parte, dentro de las variables que componen la tasa de desempleo, si bien durante 2018 se registró un avance menos dinámico de los ocupados que el año anterior, la fuerza de trabajo presentó un crecimiento promedio mayor que la del 2017 (6,3% versus 4,9%), donde el grupo de personas que buscan trabajo por primera vez creció un 14% por sobre el 2017.

DISCUSIÓN TÉCNICA

LyD puntualiza que los registros oficiales del mercado laboral, donde no se ve una ocupación más dinámica, generaron una interesante discusión técnica durante el año 2018. Y es que la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) que utiliza actualmente el INE todavía cuenta con un marco muestral basado en el Censo 2002, previo al fenómeno migratorio.
Las migraciones, asegura, han sido muy relevantes en un horizonte de tiempo relativamente corto. Específicamente, entre enero del 2015 y diciembre del 2017 entraron al país cerca de 700 mil migrantes, con lo que la población residente nacida en el extranjero pasó de 2,3% a 5,9% en tres años.
Al respecto, el IPoM de septiembre de 2018 realizó un ejercicio en base al Censo del 2017, captando así la influencia de la inmigración en el mercado laboral. En general, se observó que los migrantes se han integrado al mercado laboral nacional de manera fluida y en distintos sectores, presentando tasas de participación mayor a la de los chilenos, con una tasa de desempleo, en promedio, similar.
De esta manera, dice, se estima que nuestra economía ha sido capaz de absorber este gran flujo migratorio, de modo que no sería raro esperar que el empleo efectivo sea mayor al que actualmente capturan las cifras oficiales de empleo del INE.
Por su parte, el INE trabajó durante el 2018 con un comité de expertos en mercado laboral, de modo de actualizar el marco muestral de la ENE en base al nuevo Censo del año 2017. Dado que es un trabajo de largo aliento, recién en 2020 esta encuesta incorporará completamente la actualización.
Sin embargo, arguye, en la última publicación de cifras oficiales de empleo se incluyó una nota técnica donde se explica que los registros administrativos (aquellos que se desprenden del registro de cotizantes al sistema previsional), son un buen complemento a la hora de analizar el mercado del trabajo formal (de hecho, se anunció que se incluirá un análisis con estos datos en los próximos boletines). Específicamente se muestra que, al comparar el registro administrativo y lo que arroja la ENE, el primero es superior en 263.257 personas (5,3%) en el último dato comparable y además registra un comportamiento al alza hacia al final de la muestra, en contraposición a lo que arroja la ENE.

EVALUACIÓN GENERAL Y PERSPECTIVAS

LyD sostiene que habrá que esperar hasta 2020 para contar con cifras oficiales de empleo ajustadas a la nueva realidad de la población, donde la ENE se base en un marco muestral tomando en cuenta el Censo 2017. Sin embargo, hay varios otros registros que dan cuenta de un mercado laboral que ha comenzado a recuperarse. De ahí, la importancia de complementar los análisis a partir de distintas fuentes de información.
Por el lado de la calidad, le queda claro que durante el año 2018 se volvieron a generar empleos de calidad y con una mayor participación del sector privado. En términos del dinamismo de los ocupados, variados análisis alternativos sugieren que hay una mayor ocupación de la que arroja la ENE. Por una parte, estaría el fenómeno migratorio, que no ha sido captado por la encuesta y por otro lado, están los datos administrativos, que dan cuenta de un trabajo formal que avanza favorablemente. Es destacable que el INE haya realizado una explicación respecto de la relación entre la ENE y los registros administrativos y que, en adelante, se vaya a incluir esta última información en los boletines de empleo.
Adicionalmente, añade LyD, según la última Encuesta de Percepción del Desempleo realizada por Libertad y Desarrollo, el 2018 cerró con buenas perspectivas del mercado laboral, donde se observa una baja en el temor a perder el empleo. Entre otros, se ve un incremento significativo de aquellos que creen que el miembro de su familia que está desempleado encontrará trabajo en los próximos 3 meses, que pasa de 51% en septiembre de 2018 a 60% en la presente edición.
Por último, indica que además, un 80% cree que encontrará trabajo dentro de los próximos 12 meses, al tiempo que vuelve a reducirse el porcentaje de familias que tiene al menos a uno de sus miembros sin trabajo, y aumenta quienes encuentran trabajo.

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