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"El lenguaje inclusivo constituye un obstáculo al aprendizaje de los alumnos y no debe ser usado como alternativa para la feminización de la lengua".

Francia prohíbe oficialmente el lenguaje inclusivo en la educación nacional.

En el caso de nuestro país, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes puso a disposición guías de lenguaje inclusivo sobre temáticas de género, discapacidad y pueblos indígenas.

9 de mayo de 2021

Francia prohibió el uso del lenguaje inclusivo en los colegios al estimar que «constituye un obstáculo para la lectura y la comprensión de la escritura», poniendo fin, oficialmente, a un debate que divide desde hace años a los lingüistas y la comunidad educativa.

Para sus opositores es una «aberración» que pone en peligro las lenguas mientras que para sus partidarios es parte de la construcción de un mundo más justo que ha sido regido durante siglos por el orden binario.

El ministro de Educación Nacional, Juventud y Deportes francés, Jean-Michel Blanquer, prohibió el uso de esta forma de lenguaje en todos los colegios franceses. A principios de mayo indicó que la lengua no debía ser dañada y este jueves ha publicado una circular en el Boletín Oficial del Estado en la que sostiene que este tipo de escritura “constituye un obstáculo para la lectura y la comprensión de la escritura”.

En el documento publicado, Jean-Michel Blanquer se dirige a los rectores de la academia, a los directores de la administración central y personal del Ministerio de Educación Nacional y señala que “debería prohibirse el recurso a la denominada escritura inclusiva, que utiliza notablemente el punto medio para revelar simultáneamente las formas femenina y masculina de una palabra usada en masculino cuando se usa en un sentido genérico”, según informó el medio francés Le Figaro.

El ministro agregó que “es un obstáculo para la lectura y la comprensión de la escritura” y añadió que “la imposibilidad de transcribir textos verbalmente con este tipo de escritura dificulta la lectura en voz alta y la pronunciación, y en consecuencia el aprendizaje, especialmente para los más pequeños”.

Blanquer asimismo enfatizó en que el lenguaje inclusivo “puede evitar que los niños que padecen ciertas discapacidades o problemas de aprendizaje accedan al francés”.

Pese a la prohibición, el ministro de estado sí fomenta la feminización de las profesiones. “La elección de ejemplos o afirmaciones en una situación docente debe respetar la igualdad entre niñas y niños, tanto a través de la feminización de términos como a través de la lucha contra las representaciones estereotipadas“, según explicó al medio antes citado.

Lenguaje inclusivo en Chile

En el caso de nuestro país, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes puso a disposición guías de lenguaje inclusivo sobre temáticas de género, discapacidad y pueblos indígenas.

Además, el Ministerio de Educación, en el marco de la Reforma Educacional, puso como objetivo lograr una educación pública de calidad e inclusiva, que otorgue las mismas oportunidades a niñas, niños y jóvenes para que puedan desarrollarse de manera integral, por lo que creó un manual de Lenguaje Inclusivo no Sexista.

En el manual, se exponen formas de sustitución del genérico universal masculino, las alternativas para mantener la concordancia entre los elementos de la frase, cómo evitar otros genéricos masculinos y las maneras de evitar diversas formas de discriminación.

 

Vea Manual Lenguaje Inclusivo No-Sexista

 

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  1. Es cierto que el lenguaje como parte de la cultura, es dinámico y cambia con el pasar del tiempo.
    Sin embargo, esto ocurre de manera natural, por el uso masivo en nuevas formas de expresiones adoptadas por las personas pertenecientes a una comunidad, un país o un conjuntos de países de la misma lengua hasta que se transforman en una costumbre social.
    El idioma inclusivo, además de adolecer de los vicios que claramente las RAE ha denunciado, se impone como una obligatoriedad que lamentablemente, lejos de alcanzar su objetivo de incluir la diversidad, violenta y discrimina a quienes les dificulta poder asimilar su uso. Tampoco logra educar adecuadamente a las personas sobre las diferentes posibilidades de manifestar la feminidad y/o la masculinidad. Lejos de lograr el merecido reconocimiento y respeto, su imposición forzada, provoca rechazo, burla y denostación en muchas personas lo cual, no tiene que ver necesariamente con la suposición de ideologías políticas o sociales, sino más bien, con imponer artificialmente una manera de relacionarnos mediante el lenguaje, sin conocer, sin comprender y sin aprender su sentido de manera natural, consciente, libre y por supuesto no violenta.