El Tribunal Supremo de Carolina del Sur resolvió que la Universidad de Carolina del Sur (USC) tiene derecho a exigir a los estudiantes que lleven mascarillas en el campus para evitar la propagación del COVID-19.
En julio de este año, la USC había ordenado el uso de mascarillas para todos los estudiantes, profesores y personal administrativo. A raíz de esta medida, el Fiscal General le comunicó al presidente de la Universidad que la Asamblea General había aprobado una normativa temporal (Proviso 1.108) que prohibía el mandato universal y obligatorio respecto del uso de mascarillas en las universidades.
Frente a lo anterior, un profesor de la USC presentó una solicitud ante el Tribunal Supremo de Carolina del Sur, por medio de la cual requirió su pronunciamiento sobre el alcance de dicha normativa.
La Corte considera que el mandato de mascarilla de la USC no viola la Proviso 1.108, una disposición presupuestaria del Estado que prohíbe el establecimiento de condiciones discriminatorias asociadas a la utilización de mascarillas.
Enseguida, el Tribunal Supremo señala que es aplicable al caso la “Proviso 117.190”, que establece que «una institución pública de enseñanza superior, incluida una universidad técnica, no puede utilizar ningún fondo consignado o autorizado en virtud de esta ley para exigir que sus estudiantes hayan recibido la vacuna COVID-19 para poder estar presentes en las instalaciones de la institución sin que se les exija llevar una mascarilla. Esta prohibición se extiende al anuncio o la aplicación de cualquier política de este tipo».
El fallo aclara que, en virtud de la disposición referida, las instituciones de enseñanza superior subvencionadas por el Estado no pueden utilizar fondos para exigir que las personas no vacunadas lleven mascarilla. Sin embargo, las instituciones pueden implementar un mandato de mascarilla que se aplique tanto a los individuos vacunados como a los no vacunados.
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