La moción, patrocinada por los Diputados Tomás Fuentes y Raúl Leiva, establece la obligación de los supermercados de contar, al menos, con un pasillo libre de plástico y con venta exclusiva de productos a granel y le entrega a las Municipalidades la responsabilidad de fiscalizar su cumplimiento.
Como fundamento de la iniciativa, los autores señalan que la ciencia ha identificado el consumo doméstico como uno de los agentes más relevantes en el deterioro del medio ambiente. La mayoría de los residuos plásticos termina en vertederos y rellenos sanitarios legales e ilegales, o directamente en ecosistemas que resultan severamente dañados.
Una buena forma de reducir el uso de envases plásticos en el consumo doméstico, es a través de la compra a granel. En nuestro país, agregan, esta práctica se ha ido extendiendo cada vez con más frecuencia en los últimos años, gracias principalmente a campañas de sensibilización de organismos no gubernamentales y de iniciativas privadas.
La experiencia internacional en torno a este tipo de medidas, agregan, es una clara muestra de cómo la empresa privada puede crear hábitos amigables con el medio ambiente, ayudando a mitigar uno de los focos de daño más significativos para nuestro medio ambiente: el consumo doméstico.
Opinan que, indudablemente, esta clase de medidas son un aporte, sin embargo, no tendrán un impacto significativo en el mediano plazo si no hay un marco legal que disponga la obligatoriedad de ciertas conductas.
El evidente daño ambiental producido por el uso indiscriminado de envases plásticos, afirman, demanda prescripciones obligatorias y sanciones administrativas a su incumplimiento, dejando a la vista la intención del legislador de dar protección reforzada a un bien colectivo.
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La iniciativa encuentra entonces su fundamento en la necesidad de erigirse como un aporte sustantivo a la sustentabilidad del planeta, permitiendo la creación de patrones conductuales que contribuyan e incentiven el uso de espacios libres de envoltorios plásticos. Para ello, establece la obligatoriedad de todos los supermercados de Chile de destinar, al menos un pasillo sustentable, es decir, libre de plástico y con ventas exclusivamente de productos de todo tipo a granel.
El proyecto, entre otras normas que establece, define ciertos conceptos relevantes para los fines de la ley, tales como: a) Supermercado; b) Venta a granel; y c) Unidad de medida. También le impone la carga a las municipalidades para fiscalizar el cumplimiento de las obligaciones que establece, la que asigna a la Dirección de Obras Municipales, cuya infracción es de competencia de los juzgados de policía local, en primera instancia, incumplimiento que podrán sancionar con multa a beneficio municipal de 50 a 500 UTM, en consideración a la conducta anterior del infractor y su capacidad económica.
El proyecto pasó a la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputadas y Diputados.
Vea texto de la moción, análisis y discusión del proyecto Boletín N° 14562-12.