Ecos positivos del fallo de la Corte Internacional de la Haya.
Discrepando de los amargos comentarios de quienes piensan que Chile resultó perjudicado con el fallo del diferendo sobre la frontera marítima entre Chile y Perú, creo que nuestro país salió incólume de un conflicto en el cual –si la Corte hubiese dirimido el caso en equidad– la frontera pudo haberse fijado bisectando el ángulo formado por las líneas de base de las costas de ambos países; ya que la bisectriz es la línea equidistante de los lados de un ángulo.