Los acuerdos políticos constituyen la esencia de una democracia. Las denominadas, peyorativamente, “cocinas” legislativas son reuniones extraparlamentarias en las que representantes de los partidos llegan a acuerdos transaccionales en los que se hacen concesiones recíprocas, sin aferrarse inclaudicablemente a sus posiciones ideológicas o a “planificaciones globales” inmodificables, intransables y excluyentes, como lo hacían aquellos dirigentes que pronunciaban frases tales como: “ni por un millón de votos cambiaré ni una sola coma de mi programa”, «avanzar sin transar», «les negaremos la sal y el agua», «no soy Presidente de todos los chilenos».
Adolfo Paúl
Abogado