Cartas al Director

Día de los patrimonios: reflexionando sobre nuestro pasado, presente y futuro.

José Albuccó

25 de mayo de 2023


Estamos ad-portas de una nueva conmemoración del Día de los Patrimonios, el 27 y 28 de mayo, iniciativa que pretende generar un encuentro entre la comunidad y las distintas manifestaciones y bienes que constituyen el patrimonio de nuestro país, tanto en lo intangible como en lo tangible. Su intención es que se aprecie sus valores, se fortalezca la conciencia de su vulnerabilidad y se asuma la responsabilidad que nos compete a todos en su protección.

El Día de los Patrimonios se instauró en el año 1999 como una instancia de encuentro y reflexión en torno al patrimonio nacional, a celebrarse el último domingo de cada mes de mayo. Desde esa época, pese a las trabas burocráticas e incomprensiones institucionales que ha enfrentado durante su historia, esta celebración se ha convertido en un “clásico” de la cartelera cultural nacional para millones de ciudadanos cada año, quienes han pasado de ser meros espectadores a protagonistas de la jornada.

El lema de este año es “Recuerdos para el futuro”, una frase que de una manera breve nos comunica la motivación de estos días y la intención o conducta que se nos pide tener como personas y comunidad. Según sus organizadores, la jornada busca “construir experiencias y vivencias que se conviertan en recuerdos para las próximas generaciones, y que contribuyan a la construcción de la memoria colectiva”.

El recuerdo es la capacidad con la que cuenta nuestra memoria que nos permite atesorar experiencias de vida y devolverlas al presente. En otras palabras, es la memoria traída a este momento del hoy. Viene de la expresión en latín “re-cordis”, que alude a recuperar las sensaciones, emociones y vivencias experimentadas hace un corto o largo plazo atrás, ya sean 50 años o pocos días. Se trata de recuerdos que pertenecen a biografías íntimas y personales, pero también a historias colectivas, que atañen a una comunidad o sociedad en su conjunto.

Un lugar especial es el que ocupan generalmente los recuerdos espaciales. Los edificios, recintos, parques, plazas y barrios de valor histórico y patrimonial tienen la particular capacidad de despertar múltiples evocaciones del pasado, siendo señales tangibles de las rutas que hemos transitado como humanidad. Son verdaderos significantes que abren significados de distinta naturaleza, permitiendo mirar el ayer pero también reflexionar sobre el presente y proyectar el futuro.

¿Qué les dice la estatua del general Baquedano y su entorno a los chilenos y chilenas de la actualidad, y cómo imaginan el mañana desde el prisma que les da este lugar? ¿Qué representaba social y culturalmente ese monumento y ese espacio urbano durante los días convulsos del estallido, y que significaba para el Chile de fines de los años 20 del siglo pasado, cuando fue inaugurada la escultura, a poco más de dos décadas del término de la Guerra del Pacífico? Son preguntas de difícil respuesta, que merecen variadas e incluso antagónicas interpretaciones, pero que permiten abrir reflexiones con miras a la construcción de memorias compartidas colectivamente, que es a lo que nos invita el Día de los Patrimonios.

Esta nueva celebración, entonces, constituye una oportunidad de recuperar recuerdos significativos y, al mismo tiempo, conversar sobre el presente y vislumbrar el devenir. No hay un futuro impredecible; el futuro se construye ahora; lo que hagamos hoy en términos culturales y educativos tendrá necesariamente consecuencias sobre el mañana.

 

José Albuccó

Académico de la Universidad Católica Silva Henríquez

Creador del blog Patrimonio y Arte.

 

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