Cartas al Director

La casa bien (des)Ordenada.

Mayerlin Matheus Hidalgo

15 de octubre de 2021


Es ya casi una muletilla para los personeros del gobierno la expresión “la casa bien ordenada”, cada vez que se refieren al tema migratorio que enfrenta hoy día Chile. Si bien desde el 2018 se está intentando poner orden a la casa, hay que decir que se ha fallado estrepitosamente en el intento.

La situación de violencia y xenofobia en Iquique, así como el malestar de los habitantes por la continua desmejora de los espacios públicos, aunado a las 15 muertes de desplazados[1] en Colchane, más recientemente de una bebé de 9 meses el día 11 de octubre, nos habla de una casa bastante desordenada donde el incremento del caos es lo que impera.

Esto sin contar las propuestas extremistas en contra de los migrantes, refugiados y desplazados que se atreven a hacer ciertos partidos o personalidades políticas pidiendo la directa violación de derechos humanos sin consecuencia alguna.

3 años han pasado desde que se intenta poner orden y es hora ya de asumir que la estrategia no ha funcionado, hay que cambiar el foco reactivo y represivo, por otro que sea más coherente con los derechos humanos y que permita de verdad no solo “ordenar”, sino que sacar provecho tanto para el Estado como para las personas de ese flujo de posibles profesionales y mano de obra que ingresa al país.

Quizá, primero, empezar por abandonar el eufemismo y hablar directamente de poner orden en Chile, que no es una casa que pertenezca a algunos donde otros son invitados de segunda categoría, es un territorio donde impera el Estado de derecho y donde a toda persona debe reconocérsele su dignidad y dársele un trato igual y no discriminatorio.

Segundo, podría también de una vez por todas separarse a los verdaderos migrantes de aquellos que son refugiados y desplazados, como el caso de los venezolanos que huyen de una crisis que el propio gobierno reconoce y rechaza.

Tercero, el gobierno debe asumir su responsabilidad reconociendo que cientos de esas personas que han ingresado por pasos no habilitados estuvieron más de un año esperando por una Visa de Responsabilidad Democrática que nunca llegó, que cientos de esas personas fueron agraviadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores cuando decidió cerrar 90.000 solicitudes de visas sin motivación alguna en un acto evidentemente ilegal y arbitrario.

En definitiva, si se quiere poner orden hay que partir de los hechos ciertos, asumiendo la realidad tal cual es y dando soluciones reales al problema migratorio que existe hoy en día. La actitud reactiva y el empeño en expulsar como delincuentes a quienes buscan simplemente reunirse con sus familias, no está dando resultados, de hecho, ha puesto en tela de juicio el actuar del gobierno que ha sido sistemáticamente condenado por los tribunales de justicia como violadores de derechos humanos. Por el camino que vamos no solo no se va a ordenar la casa, quedará en ruinas.

 

Mayerlin Matheus Hidalgo

Abogada y Especialista en Derecho Administrativo

Cursante del Doctorado en Derecho de la Universidad de los Andes

 

[1] Nos negamos a usar la expresión migrantes porque los venezolanos que han ingresado por pasos no habilitados huyen de una Dictadura y una honda crisis social, económica y humanitaria reconocida por el propio Gobierno chileno.

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