Cuando es el máximo tribunal del país el que tiene que arribar en una sentencia a conclusiones tan terribles, a la sociedad en su conjunto no le queda más participación que la de poner atención sobre lo que a los inválidos y discapacitados del país les está sucediendo en materia previsional, para tratar de impedir que se sigan sumando víctimas inocentes de un modelo de negocio, que bien nos haría comenzar a cuestionar como sociedad que propende al bien común.

Un buen homenaje póstumo para doña Yenny Adela Díaz Müller objeto de dicha sentencia, sería que esta fuera publicada y destacada.

«Octavo: Que el actuar de las recurridas, así establecido, vulnera de modo evidente la garantía a la integridad física y psíquica de la recurrente, quien, en lugar de concentrar sus esfuerzos en la recuperación o mejoramiento de su estado de salud, debe desviarlos, requiriendo a las autoridades que mantenían las facultades para hacerlo, que den cumplimiento estricto al mandato legal que se les ha otorgado, que en su caso, no se concretó como ha quedado asentado en el motivo anterior».

Vea sentencia Corte Suprema Rol Nº75.975-2021

Juan Carlos Pizarro Cortes

Presidente
Fundación Valídame