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domingo 22 de junio de 2025

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Las Fuerzas Armadas y Carabineros, como cuerpos armados, son obedientes y no deliberantes

Las declaraciones del almirante Juan Andrés De la Maza en su entrevista de despedida reabren el debate sobre los límites del rol de las Fuerzas Armadas en el contexto político. Sus palabras sobre la prolongación del estado de excepción en la Macrozona Sur generaron críticas desde el gobierno y la oposición, acusándolo de deliberar. Sin embargo, el fondo de sus dichos pone en evidencia el desgaste institucional y las condiciones precarias en que operan los efectivos desplegados, abriendo una reflexión sobre el uso prolongado de una medida que, por definición constitucional, debería ser excepcional.

Con motivo de las palabras del Comandante en Jefe de la Armada, almirante Juan Andrés De la Maza Larraín, con motivo de entrevista de despedida de la institución, en el diario El Mercurio, publicada el domingo 16 de junio de 2025, la disposición del inciso final del artículo 101 de la Constitución Política de la República, de que las Fuerzas Armadas y Carabineros, como cuerpos armados, son obedientes y no deliberantes, saltó al primer plano. Al respecto, la vocera del gobierno, Aisén Etcheverry, señaló que «la decisión frente a esta medida le corresponde a los poderes legislativo y ejecutivo, y que las fuerzas armadas no tienen un rol deliberante, sino que cumplen los mandatos que se les entrega desde el poder civil, y eso es conocido por todos los comandantes y jefes». A su vez, la candidata presidencial y ex ministra del Interior, Carolina Tohá, señaló que «las palabras del almirante están al borde de la deliberación».

Específicamente, las críticas se refieren a las siguientes expresiones del almirante De la Maza: «ojalá esto se termine… no podemos estar así por cuatro años más», en la Macrozona Sur, refiriéndose al estado de excepción constitucional. «El tema del estado de excepción es político. A nosotros nos dicen que hay que cumplir el estado de excepción, y lo cumplimos de la mejor forma posible. Pero también es un desgaste enorme para la institución. La Infantería de Marina ha estado involucrada, prácticamente, en los últimos cuatro años en tareas donde tiene que desdoblarse en los estados de excepción constitucional. Aquí, de alguna u otra forma, debiera ir terminando el estado de excepción».

Lo cierto es que la excepción deja de ser excepción cunado se transforma en permanente o por lo menos cuando se extiende en el tiempo, más allá de los límites que determina nuestra Carta Fundamental.

En toda la Región de la Araucanía y en las provincias de Arauco y Biobío, en la Región del Biobío, el estado de excepción constitucional comenzó en noviembre de 2021, en el segundo Gobierno de Piñera, y después de una breve interrupción, están en estado de excepción constitucional de emergencia, en virtud de lo declarado por el decreto supremo No 189, desde el 16 de mayo de 2022.

Ciertamente, a las fuerzas armadas, como cuerpos armados, les está prohibido desobedecer y deliberar, lo que significa que los comandantes en jefe deben obedecer las órdenes del Presidente de la República, en conformidad al No 17 del artículo 31 de la Constitución, sin deliberar respecto a los fundamentos de hecho y de derecho de dichas órdenes.

Particularmente, en relación con los dichos del almirante De La Maza, el esfuerzo naval lo asume la infantería de marina, turnándose, cada seis meses, el Batallón Miller, de Concón, con el Batallón Aldea, de Talcahuano. Un contingente de más de doscientos infantes de marina, resguarda el orden, en forma permanente, en la Macrozona Sur, alojados en tiendas de campaña, en terrenos facilitados por Carabineros, lejos de sus familias, con riesgo para sus vidas e integridad física, y sin que se les pague el viático que, legalmente, les corresponde, en conformidad al Estatuto Administrativo y al de las Fuerzas Armadas, recibiendo una gratificación de campaña de solo 80.000 pesos mensuales, para el grado de cabo, porque el presupuesto naval no consideró tanto viático. Algo que las autoridades políticas, que critican al almirante De La Maza por deliberar, no cuestionaron, cuando confeccionaron y/o aprobaron el presupuesto de la Armada.

Lo otro cierto, es que el almirante De la Maza no desobedeció la orden derivada de la declaración del estado de emergencia, porque la Armada mantiene tropas y armas para resguardar el orden en la Región de la Araucanía y en las provincias de Arauco y del Biobío; y de que el almirante De La Maza no necesitaba esperar la proximidad de su retiro para manifestar los problemas que provoca en su institución la excesiva extensión del estado de excepción constitucional de emergencia, porque, cuando la Constitución establece que las Fuerzas Armadas, como cuerpos armados, son obedientes y no deliberantes, lo que les está prohibiendo es desobedecer las órdenes del Presidente de la República, pero no está prohibiendo a sus miembros opinar respecto a la política contingente, como parecen creer, equivocadamente, la vocera de gobierno y la candidata del PPD a la presidencia de la República, sino solo de hacerlo respecto de los motivos y de los fundamentos de las órdenes, antes de cumplirlas, que es lo que significa deliberar.

 

Humberto Palamara Iribarne

Ingeniero naval, abogado, cientista político

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