12.3 C
Santiago
viernes 18 de julio de 2025

Cartas al Director

Enviar Carta

Universidad y cuidadores: ¿su reconocimiento o invisibilidad?

Mientras el país debate sobre pensiones y envejecimiento, una realidad invisible persiste en las universidades: estudiantes que, además de cumplir con sus exigencias académicas, son cuidadores de personas mayores. Esta labor no es reconocida ni apoyada, lo que revela una deuda urgente de las instituciones de educación superior con el Derecho de los Cuidados.

En Chile se ha discutido ampliamente sobre el envejecimiento poblacional, los sistemas de pensiones y la baja natalidad. Sin embargo, existe una realidad silenciada: la de quienes cuidan a personas mayores mientras intentan sostener su vida académica. Es una dimensión olvidada tanto en las políticas públicas como en las instituciones de educación superior.

Desde el Derecho de los Cuidados —una disciplina emergente y necesaria— se reconoce el cuidado como un derecho humano fundamental, íntimamente relacionado con la protección a la vida y la integridad psíquica (artículo 19 N°1 de la Constitución). Este derecho comprende no solo a quien recibe el cuidado, sino también a quien lo otorga, y exige condiciones mínimas de dignidad para ambos.

Pero ¿quién cuida al cuidador? ¿Y qué ocurre cuando ese cuidador también es estudiante?

Hablo desde la experiencia: soy estudiante de Derecho y cuidadora de mis abuelos, quienes en su momento me criaron mientras mi madre, jefa de hogar, salía a trabajar. Asumo esta labor desde el afecto y el compromiso, pero también con la frustración de ver cómo esta realidad es ignorada por mi casa de estudios. En mi universidad, como en tantas otras, no existe una política clara que reconozca ni apoye a quienes cuidan.

El promedio de carga académica semestral bordea los siete ramos. En mi caso, cumplir con esa exigencia es inviable. ¿Cómo conciliar horarios rígidos, evaluaciones presenciales y asistencia obligatoria, con tareas cotidianas de cuidado que van desde preparar una comida hasta asistir a una persona mayor en su higiene o salud? A pesar de todo, cuando surgen emergencias, accidentes domésticos o simplemente el cansancio extremo propio del rol de cuidador, la respuesta institucional siempre es la misma: “los reglamentos no contemplan estas situaciones”.

¿La solución ofrecida? Congelar los estudios. Pero esa no es una respuesta justa. Es una forma de invisibilización institucional que desconoce la realidad de quienes cuidan, como si hacerlo fuera un obstáculo individual y no una expresión de responsabilidad social.El desgaste físico y emocional es real: ansiedad, estrés, crisis de pánico, burnout. ¿No son estas razones suficientes para generar mecanismos de apoyo? ¿O seguimos concibiendo a la universidad solo como un espacio de producción académica, ajeno a las realidades humanas que habitan en ella?

Por eso, propongo que las universidades desarrollen políticas inclusivas para estudiantes cuidadores, similares a las que hoy se han ido implementando para estudiantes madres y padres. No se trata necesariamente de una nueva ley, sino de voluntad: voluntad para aplicar con perspectiva de derechos los principios ya existentes en nuestra Constitución y en tratados internacionales que Chile ha ratificado.

La universidad no puede ser un espacio que expulse o excluya a quienes cuidan. Debe ser una institución que reconozca el valor de ese cuidado y lo integre como parte de su comunidad.

Danielha Villarroel

Estudiante de Derecho

Universidad Católica del Norte

Más reportajes

Destacamos

Últimas noticias

Lo más leído

Videos