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martes 13 de mayo de 2025
Protección Animal.

José Binfa: «La Ley Cholito es un avance, pero aún queda mucho por hacer para proteger a los animales en Chile».

Binfa afirma que "es hora de tomar en serio esta materia e impulsar políticas inclusivas que reconozcan la importancia de la protección animal como un tema ético y social."

Por Bhadra Nome, Universidad Mayor.

En una entrevista exclusiva, José Binfa, referente en la defensa de los derechos de los animales en Chile, analiza el impacto de la Ley Cholito, los desafíos en su implementación y las reformas necesarias para fortalecer la protección animal. A lo largo de esta conversación, Binfa destaca la importancia de la fiscalización, el Registro Nacional de Mascotas y la necesidad de crear políticas inclusivas que promuevan una convivencia respetuosa y ética con los animales.

1. Desde su perspectiva, ¿qué impacto ha tenido la Ley Cholito en la protección de los animales en Chile?

La Ley 21.020, conocida como Ley Cholito, ha representado un avance significativo en la protección de animales, especialmente los de compañía, al incorporar la tenencia responsable en nuestra legislación. Es una norma ampliamente conocida por la ciudadanía y los medios de comunicación, lo que ha contribuido, al menos en parte, al aumento gradual de las denuncias por maltrato animal en el país. Sin embargo, su impacto real es limitado, ya que su implementación aún está lejos de completarse. Esto refleja tanto la necesidad de mayores recursos como de una mejor coordinación para que sus disposiciones se traduzcan efectivamente en protección concreta para los animales.

2. ¿Cuáles fueron los principales desafíos durante la creación e implementación de esta normativa?

La Ley 21.020 tuvo una tramitación extensa, con un debate que se prolongó por 9 años en el Congreso Nacional. Originalmente, su objetivo principal era regular los daños provocados por animales potencialmente peligrosos. Uno de los mayores desafíos fue ampliar este enfoque inicial hacia un marco normativo más integral que abordara la tenencia responsable de animales, una realidad que ya comenzaba a ser abordada por algunos municipios a través de ordenanzas locales. Estas regulaciones municipales sirvieron de antecedente para aspectos que hoy están incorporados en la ley.

Este proceso no estuvo exento de polémicas. Durante los últimos años de tramitación, el proyecto estuvo en Comisión Mixta, con múltiples urgencias legislativas. Además, generó una fuerte movilización ciudadana, especialmente tras el emblemático caso de maltrato animal ocurrido en el Barrio Patronato, conocido como el caso Cholito, que impulsó la demanda social por la promulgación de esta ley.

3. ¿Qué tan efectiva ha sido la fiscalización del cumplimiento de la Ley Cholito, especialmente en zonas rurales o más aisladas?

La efectividad de la fiscalización de la Ley 21.020, especialmente en zonas rurales o más aisladas, presenta una notable diversidad. Esto se debe a que la fiscalización recae principalmente en las municipalidades, que tienen la obligación y la potestad de garantizar su cumplimiento. Sin embargo, las marcadas diferencias en la dotación de personal, los recursos disponibles y la capacitación en esta materia entre las distintas municipalidades dificultan que la ley se aplique de manera uniforme y efectiva, particularmente en sectores rurales, donde estas limitaciones son aún más evidentes. Este contexto resalta la necesidad de fortalecer las capacidades municipales y garantizar mayores recursos para una fiscalización más equitativa a nivel nacional.

4. ¿Cómo evalúa la importancia del Registro Nacional de Mascotas y su rol en la tenencia responsable?

El Registro Nacional de Mascotas (RNM) es una herramienta fundamental para promover la tenencia responsable, ya que permite identificar tanto a los tenedores responsables como a los animales de compañía en Chile. Además, su funcionalidad para reportar extravíos facilita la identificación de animales perdidos cuando son rescatados por terceros, agilizando su retorno a sus hogares.

Sin embargo, una auditoría realizada por la Contraloría General de la República en 2022 reveló importantes falencias y debilidades en su implementación. Entre los principales problemas detectados se encuentran la existencia de más de 60.000 números de microchip duplicados y los extensos tiempos de aprobación de registros por parte de las municipalidades, que en algunos casos pueden superar los 400 días. Estas observaciones evidencian que, aunque el RNM es una herramienta valiosa, su operación actual está lejos de ser óptima y requiere mejoras urgentes para cumplir plenamente su propósito.

5. ¿Qué mejoras o reformas considera necesarias para fortalecer la Ley Cholito en el futuro?

Para fortalecer la Ley 21.020 en el futuro, es fundamental abordar tanto la falta de recursos como las limitaciones normativas actuales. En primer lugar, se deben destinar mayores recursos para que los municipios puedan cumplir con sus obligaciones, especialmente en áreas como fiscalización y programas de esterilización, que en muchas comunas aún no se ejecutan de manera efectiva.

Por otro lado, es necesario reformar la ley para subsanar algunas de sus carencias. Entre las mejoras urgentes se encuentran la creación de un registro nacional de condenados por maltrato animal, que permita un mejor seguimiento de los infractores, y el fortalecimiento de la fiscalización y las sanciones por abandono, un problema que sigue siendo gravemente desatendido. Estas reformas, junto con un enfoque más robusto en la implementación, permitirían que la Ley Cholito vea reforzado su propósito de proteger a los animales y fomentar la tenencia responsable.

6. ¿Cómo describiría el estado actual de la legislación animal en Chile en comparación con otros países de América Latina?

En comparación con la media de América Latina, Chile ha logrado ciertos avances en materia de legislación animal. Contamos con normas como la Ley 20.380 sobre protección animal y la Ley 21.020 (Ley Cholito), que establecen marcos generales, además de un tipo penal de maltrato animal que contempla penas más altas que las de muchos de nuestros países vecinos. Sin embargo, la implementación sigue siendo deficiente, lo que limita el impacto real de estas leyes, dejándolas en gran medida en un plano simbólico.

Por otro lado, países como Colombia han tomado la delantera en aspectos clave de la protección animal. Han logrado avances significativos, como la prohibición de actividades consideradas tradicionales, como la tauromaquia, el cambio del estatuto jurídico de los animales en su Código Civil, y la prohibición del testeo de cosméticos en animales (Chile recién implementará este año esta prohibición de la mano de la Ley N°21.646). Estas iniciativas marcan un camino que Chile podría seguir para avanzar hacia una legislación más integral y efectiva en la protección de los animales.

7. ¿Cuáles son los principales vacíos legales que aún dificultan una protección más integral para los animales?

Sobre leyes o vacíos legales para proteger a los animales podríamos hablar de muchos aspectos. No obstante, más que un vacío legal propiamente tal, en mi opinión uno de los principales problemas que dificultan una protección más integral para los animales en Chile es la ausencia de una entidad gubernamental dedicada exclusivamente a impulsar políticas en esta materia. En países como España, por ejemplo, existe la Dirección General de Derechos de los Animales, que, aunque no está exenta de críticas por parte de organizaciones de protección animal, ha permitido posicionar este tema en la agenda pública y avanzar en la implementación de políticas específicas.

Contar con una institución de este tipo en Chile sería un paso clave para coordinar esfuerzos, asignar recursos y abordar de manera efectiva los desafíos pendientes en la protección animal.

8. ¿Qué desafíos enfrenta el país para mejorar la regulación en áreas como la ganadería, el entretenimiento o la experimentación con animales?

Actualmente, la regulación en áreas como la ganadería, el entretenimiento y la experimentación con animales es débil y presenta importantes vacíos. Muchas de las normas existentes, además de insuficientes, carecen de mecanismos efectivos de fiscalización y sanción frente a incumplimientos, lo que perpetúa situaciones de maltrato animal.

Un ejemplo claro es la experimentación con animales: a pesar de que han pasado más de 15 años desde la publicación de la Ley 20.380, aún no contamos con directrices específicas para esta actividad, que debieron haber sido propuestas por el Comité de Bioética Animal. En el ámbito del entretenimiento, actividades consideradas deportivas, como el rodeo y otras prácticas ecuestres, están fuera del alcance de la Ley 20.380 y su regulación recae en los reglamentos de sus propias federaciones, lo que deja un margen amplio para vulneraciones.

El principal desafío es superar estas deficiencias mediante leyes que protejan efectivamente a los animales, adoptando una perspectiva que deje atrás la visión de que los animales son simples bienes o cosas a nuestra disposición. Esto implica avanzar hacia un enfoque que reconozca su valor intrínseco y los proteja de manera integral.

9. ¿Qué mensaje le daría a las autoridades y a la ciudadanía sobre la importancia de avanzar en políticas inclusivas para el bienestar animal?

La protección animal es una causa transversal en Chile, respaldada por una ciudadanía cada vez más consciente. Una encuesta Cadem reveló que los derechos de los animales son una de las principales causas con las que los chilenos se identifican, lo que demuestra que este no es un asunto de nicho ni una moda pasajera «woke», como algunos intentan desestimar. Allí donde hay un animal como parte de una familia, hay personas interesadas en su protección.

A las autoridades les diría que es hora de tomar en serio esta materia e impulsar políticas inclusivas que reconozcan la importancia de la protección animal como un tema ético y social. Parafraseando a la filósofa Corine Pelluchon, nuestra relación con los animales actúa como un espejo que refleja en qué nos hemos convertido como sociedad. En él vemos los horrores que perpetramos al explotar seres vivos que sienten y tienen conciencia, al igual que nosotros. Sin embargo, aún estamos a tiempo de ser mejores como especie, superando estas prácticas a través de cambios legales y culturales profundos que promuevan una convivencia más respetuosa y compasiva con los demás seres vivos.

Agradecemos a José Binfa por su tiempo y valiosos aportes. Sus reflexiones nos invitan a continuar trabajando por una sociedad más respetuosa y comprometida con los derechos de los animales.

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