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lunes 7 de julio de 2025
Desafíos de una profesión en transformación

Katrina Badilla: «Buscamos formar abogados del siglo XXI con ética, tecnología y compromiso social»

Desde una mirada crítica e innovadora, la decana Katrina Badilla explica cómo la UNIACC enfrenta los retos del ejercicio profesional contemporáneo, impulsando una formación jurídica integral, flexible y conectada con las demandas sociales actuales.

Por Elke von Loebenstein, Subdirectora Diario Constitucional

El Derecho enfrenta una profunda transformación. Cambios tecnológicos, sociales y éticos obligan a repensar el rol del abogado en la sociedad. En esta entrevista, Katrina Badilla, Decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad UNIACC, comparte cómo están reformulando su modelo educativo para responder a estos nuevos desafíos.

Con énfasis en la ética, la innovación y la inclusión, su visión apuesta por una formación jurídica que trascienda lo normativo, conectando a los estudiantes con la práctica real, la responsabilidad social y el ejercicio profesional en entornos dinámicos y globalizados.

  1. ¿Cómo se está preparando la Facultad para enfrentar los cambios en la práctica legal?

Somos plenamente conscientes de que la práctica legal está en constante evolución, influenciada por avances tecnológicos, procesos de globalización, transformaciones culturales y profundas demandas sociales. En este contexto cambiante, la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad UNIACC ha asumido el desafío de adaptar su modelo formativo para responder con pertinencia y calidad.

En primer lugar, hemos revisado y actualizado nuestro plan de estudios para integrar herramientas digitales, promover el pensamiento crítico, la resolución de problemas complejos, la comunicación efectiva y, por supuesto, fortalecer el compromiso ético que debe orientar toda actuación profesional. La formación jurídica hoy no puede limitarse a lo normativo; debe preparar a los estudiantes para contextos dinámicos, interdisciplinarios y altamente exigentes.

Uno de los sellos distintivos de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad UNIACC es el perfil de los estudiantes, quienes cursan la carrera en jornada vespertina y, en su mayoría cuentan con formación previa o experiencia laboral en distintos ámbitos, lo que enriquece notablemente el ambiente académico y las dinámicas de aprendizaje.

Nuestros estudiantes presentan una diversidad de trayectorias y realidades. Muchos son profesionales de otras áreas que han decidido emprender el desafío de estudiar Derecho como una forma de crecimiento personal y proyección profesional. Otros trabajan en el sector público o privado y buscan complementar su experiencia con una sólida formación jurídica. También hay quienes postergaron su ingreso a la universidad por motivos personales o familiares, y hoy retoman su camino académico con determinación y madurez.

Esta realidad implica un compromiso extraordinario. Nuestros estudiantes deben compatibilizar sus estudios con el trabajo, la familia y múltiples responsabilidades cotidianas. Este esfuerzo constante se traduce en una actitud marcada por la perseverancia, la disciplina, la responsabilidad y una alta motivación por aprender. Son estudiantes reflexivos, conscientes de su decisión y con un fuerte sentido del propósito.

Para la Facultad, este perfil representa no solo un desafío pedagógico, sino también una oportunidad. Hemos diseñado una propuesta académica que reconoce y valora sus competencias previas, que respeta sus tiempos y trayectorias, y que busca potenciar al máximo sus capacidades. Adaptamos nuestras metodologías, fortalecemos la enseñanza práctica y ofrecemos espacios de aprendizaje flexibles y pertinentes.

Además, promovemos una formación complementaria que vincule a nuestros estudiantes con el mundo laboral desde etapas tempranas. Sabemos que la formación jurídica no puede limitarse a lo teórico: el aprendizaje significativo ocurre también cuando los estudiantes tienen la oportunidad de aplicar sus conocimientos en contextos reales o simulados, enfrentando problemas concretos y desarrollando habilidades transversales.

Por último, pero no menos importante, la formación ética ocupa un lugar central. No solo se aborda en asignaturas específicas del plan de estudios, sino que también permea toda la vida académica de la Facultad, a través de nuestras prácticas docentes, el trabajo con estudiantes y el compromiso institucional con la responsabilidad, el respeto y la integridad.

Nuestro enfoque no es solo formar abogados técnicamente competentes, sino profesionales preparados para ejercer con criterio, sensibilidad social y una sólida base ética en un entorno profesional que exige cada vez más capacidades adaptativas e integradoras.

  1. ¿Cuáles son las competencias más importantes que un estudiante de Derecho debe desarrollar hoy en día?

Consideramos que la formación de un abogado debe ser integral, ética y orientada a la excelencia académica. Más allá de la adquisición disciplinar, es fundamental que nuestros estudiantes desarrollen competencias que les permitan enfrentar los desafíos complejos del ejercicio profesional actual.

Desde el punto de vista jurídico, enfatizamos la importancia de la capacidad de análisis crítico y razonamiento jurídico, habilidades esenciales para interpretar y aplicar la normativa legal de manera efectiva en la resolución de conflictos y en la representación de intereses.

La comunicación efectiva, tanto oral como escrita, es otra competencia clave que fomentamos activamente. Nuestros estudiantes aprenden a argumentar con claridad y precisión, a expresarse con coherencia y a redactar con rigor, habilidades indispensables en cualquier ámbito del Derecho. Así, el desarrollo de habilidades prácticas, como la litigación, adquiere un papel protagónico, especialmente considerando el énfasis actual en los juicios orales.

No obstante, el compromiso ético y social es igualmente prioritario. Formamos profesionales que valoran el respeto a los derechos humanos y asumen una responsabilidad social, entendiendo que el Derecho debe contribuir a la justicia y al bienestar colectivo.

Además, en un mundo cada vez más globalizado e interconectado, es esencial que los futuros abogados desarrollen una conciencia amplia sobre los desafíos jurídicos en sociedades diversas y complejas, preparándolos para actuar con flexibilidad y adaptabilidad frente a contextos cambiantes.

La Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad UNIACC busca formar profesionales competentes, éticos y comprometidos, dotados de las habilidades jurídicas y sociales necesarias para desempeñarse con éxito y responsabilidad en el mundo actual.

  1. ¿Qué papel juegan los estudiantes en la toma de decisiones dentro de la Facultad?

En la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad UNIACC, los estudiantes son considerados actores fundamentales y protagonistas en la vida académica y en la construcción de nuestro proyecto institucional. Reconocemos que su voz es imprescindible para garantizar una formación que responda de manera efectiva a sus necesidades y a los desafíos que impone el ejercicio profesional actual.

Para ello, hemos establecido espacios permanentes de diálogo directo entre las autoridades y el alumnado, como mesas de conversación, donde sus opiniones y propuestas son escuchadas y valoradas. Este intercambio abierto y constante nos permite recoger sus perspectivas para la mejora continua de los procesos académicos, administrativos y de vinculación con el medio.

El involucramiento estudiantil no se limita a la participación formal, sino que se promueve una cultura de colaboración y corresponsabilidad en toda la comunidad académica. Creemos que docentes, administrativos y estudiantes somos corresponsables de construir un ambiente educativo de calidad, inclusivo y enriquecedor.

Además, fomentamos la participación de los estudiantes en actividades extracurriculares y en iniciativas que promueven la ética y el compromiso social. Esto no solo enriquece su experiencia universitaria, sino que también fortalece su formación integral y su capacidad de liderazgo.

Los estudiantes de la Escuela de Derecho en la Universidad UNIACC no solo son receptores de conocimiento, sino agentes activos que contribuyen al desarrollo de nuestra Facultad. Este espíritu de colaboración y participación es clave para formar profesionales competentes, éticos y comprometidos con la sociedad.

  1. ¿Cómo se fomenta la vinculación de los estudiantes con el mundo laboral y profesional?

La vinculación de nuestros estudiantes con el mundo laboral y profesional es un objetivo estratégico central de la Facultad, ya que impacta positivamente en indicadores clave como la retención, la progresión académica y la tasa de aprobación. Al conectar tempranamente a los estudiantes con el ejercicio real de la profesión, se les otorga un sentido concreto a los contenidos que estudian, lo que facilita y enriquece significativamente su aprendizaje.

Para ello, hemos fortalecido la formación práctica mediante la Clínica Jurídica, que a partir del próximo año se impartirá como asignatura obligatoria para los estudiantes de cuarto año, con una duración de dos semestres. De igual modo, implementamos talleres complementarios que desarrollan habilidades esenciales en litigación desde etapas iniciales, fomentando activamente la argumentación, la expresión oral y la comunicación escrita.

Además, nuestros estudiantes tienen la oportunidad de realizar pasantías en estudios jurídicos de diversas especialidades, así como en instituciones públicas y privadas, lo que les permite experimentar el ejercicio profesional y construir redes de contacto.

Contamos también con una amplia agenda de actividades de extensión, que incluye jornadas de conversación con destacados abogados, jueces y académicos. Estas instancias permiten a los estudiantes conocer los distintos ámbitos y desafíos del práctica jurídica.

Finalmente, promovemos la participación en proyectos de vinculación con el medio que incluyen un fuerte compromiso con la responsabilidad social, facilitando que nuestros estudiantes se enfrenten desde temprano a los desafíos reales que plantea el ejercicio del Derecho.

  1. ¿Qué oportunidades de internacionalización tienen los estudiantes de Derecho de la Facultad?

En la Universidad UNIACC, la internacionalización es un pilar fundamental para la formación integral de nuestros estudiantes de Derecho. Ofrecemos diversas oportunidades que les permiten ampliar sus horizontes académicos y profesionales, y desenvolverse en un contexto global.

Entre estas oportunidades destacan los programas de intercambio estudiantil, que permiten a nuestros alumnos cursar un semestre hasta dos semestres en universidades extranjeras con las cuales mantenemos convenios. Esto no solo enriquece su formación jurídica, sino que también les brinda una valiosa experiencia cultural.

Asimismo, promovemos seminarios internacionales que facilitan el diálogo y el intercambio de conocimientos con expertos de distintos países.

Además, contamos con convenios estratégicos con universidades extranjeras, como la Universidad de Salamanca en España, que fomentan la movilidad estudiantil, la colaboración académica y la investigación conjunta.

Todas estas iniciativas son coordinadas y apoyadas por la Dirección de Asuntos Estudiantiles, que brinda asesoría personalizada para facilitar la participación de los estudiantes.

De este modo, buscamos que nuestros estudiantes de Derecho se integren en un entorno global, potenciando su formación académica y preparándolos para enfrentar con éxito los desafíos de una profesión cada vez más internacionalizada y multicultural.

  1. ¿A qué atribuye que exista una deficiente evaluación de los letrados y de la profesión legal como lo reflejan las encuestas de opinión?

La percepción negativa sobre los letrados y la profesión legal es un fenómeno multifactorial. Por un lado, la ciudadanía critica la burocracia, la lentitud del sistema judicial y, en algunos casos, la corrupción o malas prácticas que han minado la confianza pública. Por otro, el ejercicio profesional en ocasiones ha estado desconectado de las necesidades sociales más urgentes, lo que contribuye a esa desconfianza.

Este escenario nos invita a una profunda autocrítica como formadores de abogados. Nuestra misión es educar profesionales con una genuina vocación pública y un compromiso ético sólido, para que contribuyan activamente al fortalecimiento del Estado de Derecho.

En nuestra Facultad, enfatizamos este compromiso a lo largo de toda la formación. Contamos con asignaturas específicas como Introducción Profesional en primer año, y Ética y Responsabilidad del Abogado en etapas más avanzadas, pero sobre todo buscamos que cada asignatura desarrolle competencias que refuercen estos valores.

El rol del cuerpo docente es fundamental. Nuestros profesores no solo transmiten conocimientos disciplinares, sino que también fomentan valores como la honestidad, la responsabilidad, la coherencia, la disciplina y el valor del trabajo bien hecho. Contamos con un equipo comprometido, cuya vocación de servicio inspira a nuestros estudiantes a buscar la excelencia académica y la integridad profesional.

Para construir una sociedad centrada en el bien común, debemos formar abogados que entiendan que el Derecho va de la mano con los valores fundamentales. Sin ética, el conocimiento pierde todo sentido.

  1. ¿Qué opinión le merece la crisis por la que atraviesa el Poder Judicial y cómo piensa que podría superarse?
    La crisis que atraviesa el Poder Judicial no puede entenderse de forma aislada; forma parte de una crisis más profunda de legitimidad que afecta a diversas instituciones públicas en nuestro país. En el caso del Poder Judicial, esta se manifiesta en la desconfianza ciudadana, la lentitud en los procesos, la percepción de falta de imparcialidad en casos de alto impacto público, y en hechos recientes como las acusaciones constitucionales contra miembros de la Corte Suprema, que han tensionado aún más la situación.

Superar esta crisis es un desafío complejo, pero no imposible. A mi juicio, se deben abordar al menos cuatro líneas de acción prioritarias. Primero, fortalecer la independencia del Poder Judicial, resguardando su autonomía y evitando cualquier injerencia política. Segundo, modernizar el sistema mediante la incorporación efectiva de tecnologías que agilicen los procesos y mejoren la calidad del servicio judicial. Tercero, avanzar decididamente en transparencia, de modo que las decisiones judiciales sean comprensibles, trazables y generen confianza. Y cuarto, invertir en el fortalecimiento del capital humano, promoviendo la formación continua y rigurosa de jueces y funcionarios.

En este último aspecto, las universidades tenemos una responsabilidad ineludible. Desde la formación académica, debemos contribuir a reflexionar críticamente sobre el rol del Derecho en la sociedad, así como revisar y actualizar los programas que forman a quienes integran el sistema judicial. Sería especialmente valioso que la Academia Judicial abriera espacios de colaboración con instituciones de educación superior y otros actores del mundo jurídico, para revisar colectivamente los estándares de formación que se están impartiendo.

Solo con una visión sistémica, y un esfuerzo conjunto desde las instituciones públicas, la academia y la ciudadanía, podremos avanzar hacia un sistema de justicia que recupere la legitimidad y la confianza que hoy están en entredicho.

  1. ¿Cómo cree que la inteligencia artificial y la tecnología están impactando el ejercicio del derecho y la educación jurídica?

La inteligencia artificial y las tecnologías emergentes están transformando radicalmente el mundo, y el Derecho no es la excepción. Sin embargo, es fundamental que la práctica jurídica mantenga su dimensión humana: la tecnología debe ser una aliada para promover la justicia, nunca un fin en sí misma.

En nuestra Facultad, incorporamos estos avances en el plan de estudios mediante asignaturas como Redacción Jurídica, Derecho de las Tecnologías, Propiedad Intelectual, entre otras. Esto permite que nuestros estudiantes aprendan a utilizar herramientas tecnológicas como el análisis automatizado, la asistencia documental, la predicción jurisprudencial y el acceso a bases de datos jurídicas, habilidades que resultan esenciales para un ejercicio profesional eficiente y eficaz.

En cuanto a la formación, la tecnología nos ofrece métodos de enseñanza más activos, colaborativos y personalizados, y estamos comprometidos en aprovechar estas herramientas para potenciar el aprendizaje de nuestros estudiantes.

Además, contamos con la ventaja de pertenecer a una universidad pionera en educación online, lo que nos ha brindado una amplia experiencia y una mirada receptiva hacia la innovación tecnológica aplicada a la educación. La innovación, sin duda, es un sello fundamental en nuestro quehacer institucional.

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