Grandes Juristas

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Andrés Bello

Considerado como uno de los humanistas más importantes de América. Redactor el Código Civil chileno.

Andrés de Jesús María y José Bello López o más conocido como Andrés Bello. Caracas, 29 de noviembre de 1781 – Santiago, 15 de Octubre de 1865. Intelectual, escritor, especialista en derecho y político conservador. Senador por Santiago entre 1837 y 1864 por tres periodos consecutivos. Fundador de la Universidad de Chile y su primer rector entre 1842 y 1845. Redactor del Código Civil chileno.

Familia y juventud

Nació el 29 de noviembre de 1781 en Caracas, Venezuela. Hijo de Bartolomé Bello y Ana Antonia López. A pesar que sus padres no poseían grandes recursos, el trabajo de su padre en la Audiencia de Caracas le permitió llevar una infancia relativamente acomodada y acceder a una excelente educación.

En mayo de 1814, se casó con la inglesa Mary Ann Boyland con quien tuvo tres hijos: Carlos (1815), Francisco (1817) y Juan Pablo Antonio (1820). En mayo de 1821, queda viudo luego que su esposa muriera afectada por tuberculosis. Posteriormente, se casó con Isabel Dunn el 24 de febrero de 1824 con quien tuvo diez hijos: Juan, Andrés, Ana, Luisa, Asunción, Manuel, Eduardo, Josefina, Emilio y Francisco.

Estudios y vida laboral

Cursó sus primeros estudios en Caracas en la academia de Ramón Vanlonsten y luego en el Convento de las Mercedes -entre 1792 y 1796- siendo supervisado por fray Cristóbal Quesada quien lo introdujo en el aprendizaje del latín y la gramática y filología de los clásicos griegos y castellanos.

En 1796, ingresó a la clase avanzada de latín en el Seminario de Santa Rosa donde adquirió pleno dominio del idioma antiguo bajo la tutela del latinista José Antonio Montenegro. Al año siguiente, se integró a la Real y Pontificia Universidad de Caracas donde estudió filosofía y obtuvo el grado de Bachiller en Artes el 14 de junio de 1800.
En forma paralela a sus estudios superiores fue profesor de literatura y geografía de Simón Bolívar, futuro libertador que tenía dos años menos que su maestro. Las clases se extendieron entre 1797 y 1799, fecha en que Bolívar abandonó la América Colonial para ir a Europa.

En noviembre de 1799, acompañó al naturalista Alexander Von Humboldt en el ascenso al Monte Ávila en las cercanías de Caracas.

Trayectoria política y pública

Funcionario del gobierno colonial y el movimiento juntista de 1810.

Entre 1802 y 1810, formó parte del gobierno colonial venezolano como oficial segundo de secretaría desempeñando diversas funciones administrativas. Para aquel entonces su reputación intelectual era ampliamente reconocida en la sociedad caraqueña. Reflejo de ello es que en 1808, además de sus labores políticas, fue designado redactor de la Gazeta de Caracas, la principal publicación periódica de la Capitanía General.

La crisis del imperio español del año 1810 trastocó radicalmente las estructuras políticas de la época e impulsó la independencia criolla con el establecimiento de una Junta de Gobierno en Venezuela el 19 de abril de 1810 mediante un Cabildo Extraordinario. Mantuvo su cargo administrativo y a los 28 años fue enviado a Inglaterra en misión diplomática junto a Simón Bolívar y Luis López Méndez con el fin de conseguir el apoyo británico a la causa independentista. Arribaron el 10 de julio de 1810.

Exilio en Londres y la diplomacia de los años 20

La misión diplomática se transformó en un rotundo fracasó ya que tras cinco reuniones con el canciller británico Richard Wellesley, no lograron conseguir el apoyo de los ingleses. Tras lo cual, el trío diplomático se disolvió: Simón Bolívar retornó a Venezuela para sumarse a la Guerra de Independencia mientras que con López Méndez optaron por quedarse en Londres como embajadores. Ambos se instalaron en la cómoda casa de Francisco Miranda y lo que en un principio parecía ser un cómodo trabajo diplomático se tornó en un extenso exilio lleno de penurias económicas ya que tras la reconquista española de 1812 quedaron sin sueldo y sin posibilidad de retorno.

Para subsistir recurrió a todo su ingenio realizando diversos trabajos para sortear su difícil situación económica desempeñándose como corrector de errores tipográficos y de ortografía y profesor particular de idiomas.

Andrés Bello en Chile

En 1821, tras once años en Inglaterra, su suerte comenzó a cambiar luego de solicitarle a Antonio José de Irisarri, representante de la naciente República de Chile, que lo aceptara como funcionario del nuevo gobierno. El 1 de junio de 1822 se integró como secretario a la legación chilena en Londres cargo desde el que procuró que Francia e Inglaterra reconociesen a Chile como país independiente.

Paralelamente, comenzó a colaborar en la redacción de las revistas “El Censor Americano”, “Biblioteca Americana” y “El Repertorio Americano”, donde se abarcaban temas de geografía del nuevo mundo, política, y estudios filológicos y gramaticales. Desde su tribuna en “El Repertorio Americano” propuso por primera vez una ortografía propia para América.

Desempeñó el puesto de secretario hasta 1825, año en que comenzó a ejercer el mismo cargo en la embajada de la Gran Colombia. Sin embargo, no se mantuvo mucho tiempo en sus funciones luego de desilusionarse del desenvolvimiento de la nueva República y de Simón Bolívar por lo que decidió abandonar Europa para instalarse en Chile.
En 1828, fue contratado por el gobierno de Chile, encabezado por el presidente Francisco Antonio Pinto Díaz, para ejercer como oficial mayor en el ministerio de Hacienda. El 14 de febrero de 1829 abandonó Inglaterra desde el puerto de Gravesend.

Arribó al puerto de Valparaíso el 25 de junio de 1829 en medio de graves conflictos políticos. El país se encontraba paralizado y al borde de una guerra civil que en poco tiempo más enfrentó a conservadores y pipiolos. A pesar del complejo escenario pudo desarrollar su carrera intelectual desempeñando un rol importante en la prensa local, además de ser uno de los creadores de la Constitución de 1833 y hombre de confianza y asesor de líderes políticos. En ese sentido, tuvo la total confianza de Manuel Montt, quien lo respaldó en sus tareas en la universidad y en la codificación. También fue un activo colaborador de Diego Portales quien erigió un régimen acorde a sus propios ideales pues fue en el Régimen Portaliano -que se demostró sólido, digno y funcional- donde encontró lo que deseaba y le permitió asentarse en Chile como si fuera su segunda patria. A pesar que sus ideas políticas habían sido monárquicas durante sus años en Londres, al ver que las monarquías no calzaban con la situación hispanoamericana se transformó en partidario de gobiernos sólidos, que libraran a los países de la anarquía asegurándoles un desarrollo tranquilo.

En 1830, asumió la redacción de “El Araucano” dedicándose especialmente a las columnas de política exterior desde donde emprendió debates que dejaron una viva estampa en la cultura decimonónica de Chile y Latinoamérica. También impulsó discusiones con Domingo Faustino Sarmiento sobre el carácter de la educación pública y de historiografía con el liberal José Victorino Lastarria. Mantuvo la colaboración con este medio hasta la década del 60. En forma paralela, comenzó a dar clases en el Instituto Nacional donde educó a futuros líderes políticos e intelectuales del siglo diecinueve chileno. En 1832, recibió la nacionalidad chilena por ley.

A comienzos de la década del 40, junto a su compañero Mariano Egaña, concibió la idea de crear una casa de estudios superiores que respondiera a las necesidades de la naciente república. De este modo, el 19 de noviembre de 1842, el Congreso Nacional aprobó la Ley Orgánica que dio origen a la Universidad de Chile, asumiendo como su primer rector, cargo que mantuvo hasta 1865.

Durante el periodo de 1840 a 1855, realizó lo que quizás sea su aporte más sustancial al país y a la legislación americana: la redacción del Código Civil que vino a reemplazar la antigua legislación del imperio español y que aún se encuentra en uso en nuestro país. El Código Civil, que entró en vigencia en 1857, por su exactitud y coherencia fue fácil de aplicar incluso en otras naciones de hispanoamerica como Ecuador y Colombia, que lo promulgaron con muy pocas modificaciones. Además, sirvió de fuente para los códigos de otras naciones del continente.

Actividades complementarias

Desarrolló una vasta obra literaria que vio su cúlmine en la “Gramática de la Lengua Castellana”, destinada a conservar el idioma castellano en los americanos. Con esta obra la Real Academia Española de la Lengua lo incorporó como miembro honorario en 1851. Además, realizó diversos estudios y traducciones como la “Oración por Todos” de Víctor Hugo. Se le considera el primer tratadista de Derecho Internacional Público en lengua española y sus «Principios del Derecho de Jentes» fue la primera obra de esta calidad escrita en idioma castellano. En este libro se encuentran los conceptos relativos a la protección de una zona marítima exclusiva que llevaron a que Chile fuera el primer país del mundo en proclamar, en 1947, su soberanía y jurisdicción sobre una zona marítima de 200 millas. Estos mismos conceptos dieron origen a la Comisión Permanente del Pacífico Sur.
Murió el 15 de octubre de 1865 en su casa de calle Catedral, en Santiago.