Grandes Juristas

imagen: INDH

Elena Caffarena

Defensora de los Derechos Políticos de las mujeres durante el siglo XX.

Elena Caffarena, destacada abogada y figura del feminismo, una de las principales impulsoras del voto femenino.

Familia y Juventud

Nació en la ciudad de Iquique el 23 de marzo de 1903, siendo la tercera de siete hermanos y falleció el 19 de julio de 2003, a la edad de 100 años. Proveniente de una familia de empresarios inmigrantes italianos.

Durante su adolescencia, su familia decidió emigrar a Santiago, instalándose en un barrio contiguo al de Recoleta; en ese lugar instalaron un taller para la fabricación de calcetines y medias, en el cual la joven participó constantemente, intercalando sus estudios con el trabajo en la empresa familiar.

Estudios

Cursó la educación primaria en el Liceo para niñas de Iquique, trasladándose luego a cursar sus estudios secundarios en el Liceo N°4 de Santiago. Posteriormente ingresó a la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, graduándose en el año 1926 con la tesis titulada: “El trabajo a domicilio, enriquecimiento sin causa a expensas de otro, en el Código Civil Chileno”. Convirtiéndose así en la decimoquinta mujer en obtener el título de abogada en Chile.

Ya titulada, se dirigió a Europa con la intención de hacer un post grado, donde conoció a la poeta y premio Nobel de Literatura Gabriela Mistral, con quien entabló una férrea amistad. Durante su viaje se vio seducida por la gran cantidad de museos a visitar, prefirió abocarse a ello, en vez de a los estudios, volviendo a suelo nacional en 1929.

En su época de estudiante universitaria participó activamente en la oficina de Defensa Jurídica Gratuita, instancia dedicada a la defensa de los derechos de los obreros, las cuales le permitieron interactuar con otros importantes actores sociales de la época, como el sindicalista Luis Emilio Recabarren y Amanda Labarca. Asimismo, su interés por el activismo político se tradujo en que fuera una de las primeras mujeres en participar en la Federación de Estudiantes de Chile, donde se transformó en una de las lideresas durante el debate de la reforma universitaria en 1922 y a su vez, formó parte de la Asociación de Mujeres Universitarias.

Activismo social

En el año 1935, junto a con la historiadora Olga Poblete fundaron la primera organización femenina política de Chile, el Movimiento pro-Emancipación de la Mujer Chilena (Memch), el cual promovía los derechos políticos, sociales y sexuales de las mujeres, asumiendo la secretaría general de esta organización, cargo en el que se mantuvo hasta el año 1941. En este movimiento se agruparon mujeres de diferentes clases sociales y niveles económicos, incluyendo a estudiantes universitarias, campesinas, empleadas domésticas, obreras, profesionales y dueñas de casa, todas unidas por la emancipación femenina.

Más adelante en 1944, la organización se hizo parte en la Fundación de la Federación Chilena de Instituciones Femeninas (Fechif), que estableció la Comisión de Defensa de la Mujer, dedicada a atender denuncias de mujeres vulneradas en sus derechos laborales.

Por aquella época numerosos Estados comenzaron a reconocer el voto femenino, en Europa destacan: Suecia (1921), Reino Unido (1928), España (1931), Portugal (1931), entre otros, mientras que en Latinoamérica: Ecuador (1924), Brasil (1932) y Uruguay (1932).

En tal contexto es que Elena junto a Flor Heredia, en el año 1941, durante el gobierno de Pedro Aguirre Cerda, redactaron el proyecto de ley que permitiría a las mujeres ir a las urnas, no solo para las elecciones municipales como lo disponía la Ley N° 5.357 de 1934, sino que para cualquier votación. Si bien el presidente Aguirre Cerda apoyaba el proyecto, este no logró avanzar debido al prematuro fallecimiento del mandatario y un esquivo Congreso. Logrando su promulgación recién para el año 1949, bajo el mandato del presidente Gabriel González Videla.

Sin embargo, no fue invitada a la ceremonia que tuvo por motivo la celebración de la aprobación del decreto y días más tarde, el gobierno le suspendió sus derechos civiles. Esto porque se la acusó de ser comunista e instigar la sedición, por haber defendido judicialmente a cuarenta mujeres y sus respectivos hijos e hijas, que se encontraban prisioneros en la cárcel de Pisagua, en el marco de la aplicación de la famosa «Ley Maldita» que dejó al margen de la ley al Partido Comunista, privando de derechos políticos y libertades fundamentales a sus miembros.

Bajo la dictadura del general Augusto Pinochet, su casa se convirtió en centro de operaciones y reunión para las feministas y la disidencia en general. Durante este período, fue una de las fundadoras del Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU), y la Fundación para la Protección de la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia (PIDEE), instituciones creadas con la finalidad de ayudar y proteger a los más desvalidos. Además, durante aquel gobierno, se revitalizó la organización Memch, con el objetivo de combatir las violaciones a los Derechos Humanos de aquella época.

Cuenta en sus memorias, que al momento en que su casa fue allanada violentamente por militares les dijo: “Miren muchachos yo voy a estar en mi pieza y no quiero ser molestada. Les recomiendo que antes de quemar los libros, los lean”.

Obras destacadas

En su calidad de jurista, se dedicó a producir textos académicos sobre el Derecho de Familia, entrando en temas como: Regímenes matrimoniales, bienes de la mujer casada y pensiones de alimentos. Allí evidencia rasgos discriminatorios hacia las mujeres presentes en la legislación.

Sus escritos: “El recurso de amparo frente a regímenes de emergencia” y “¿Debe el marido alimentar a la mujer que vive fuera del hogar conyugal?”, le valieron, en 1947, el premio Manuel Egidio Ballesteros, de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.

Otras obras destacadas fueron: Capacidad de la mujer casada con relación a sus bienes (1944), Regímenes matrimoniales en Latinoamérica (1948), Un capítulo en la historia del feminismo. Las sufragistas inglesas (1952), Diccionario de Jurisprudencia Chilena (1959) y Revista de Mujeres Destacadas (1960).

Asimismo, en un ánimo que resultó ser vanguardista, durante la década de los noventa publicó ensayos en la revista Punto Final sobre temas incipientes como el aborto y el divorcio.

Legado y reconocimiento

Para reconocer su gran aporte, en julio del año 2015 el Consejo de Facultad de su casa de estudios universitarios decidió bautizar con su nombre la sala de profesores y profesoras, ubicada en el segundo piso del histórico edificio de Pio Nono 1.

Igualmente, en la celebración 119 de su natalicio el Consejo de Monumentos Nacionales declaró monumento histórico la casa en calle Seminario, donde vivió desde 1940 hasta su deceso.

En la misma fecha Google homenajeó con un doodle (imagen de inicio del buscador), creado por la artista Catalina Bu, donde le la muestra liderando a un grupo de mujeres con su icónica frase “Soy feminista por vocación democrática”. Esta ilustración figuró en la página web principal de Google en Chile, Argentina, Colombia, México y Perú.