Grandes Juristas

Marcos Tulio Ciceron

Conocido como “El padre de la patria”, fue un orador, político, escritor y filósofo latino de orientación ecléctica.

Primeros años

Hijo de Helvia y Marco Tulio Cicerón, nació en Arpinum, orador, político, escritor y filósofo latino de orientación ecléctica.

Nació en Arpinum el 3 de enero del año 106 a.C., y murió asesinado en Gaeta el 7 de diciembre del año 43 a.C.

Perteneciente a una familia plebeya de rango ecuestre, desde muy joven se trasladó a Roma, donde asistió a lecciones de famosos oradores y jurisconsultos y, finalizada la guerra civil (82 a.C.), inició su carrera de abogado, para convertirse pronto en uno de los más famosos de Roma.

Fue discípulo de los epicúreos Fedro y Zenón y, más tarde, de Filón de Larisa y del académico escéptico Antíoco de Ascalón; también recibió enseñanzas del estoico Diodoto. En Rodas recibió una gran influencia del estoico Posidonio de Apamea y, en sus escritos, se manifiesta también la influencia de Panecio, aunque su mayor influencia la representa el intento de Antíoco de armonizar y sintetizar el pensamiento de los grandes filósofos antiguos y de las grandes corrientes del pensamiento.

Después de una breve carrera militar y tres años de experiencia como abogado viajó a Grecia y Asia, donde continuó sus estudios. En general, era fundamentalmente escéptico en lo tocante a la filosofía natural, se orientó hacia el estoicismo en ética.

De vuelta en Roma, prosiguió su carrera política, y en el lapso de trece años consiguió las más altas distinciones. Empezó como cuestor en Sicilia en el 76 a.C., y en el 70 a.C. aceptó defender a los sicilianos oprimidos por el antiguo magistrado Verres, para quien sus alegatos (Verrinaes) supusieron la condena, lo cual lo hizo muy popular entre la plebe y contribuyó a consolidar su fama de abogado.

Trayectoria política

En el año 77 a.C. comenzó su carrera política, siendo elegido miembro del Senado en el año 74 a.C. apoyado por los patricios en su candidatura al consultado cuyo cargo tomará en el 64 a.C., éste último en oposición a Lucio Sergio Catilina quien, organizó una conspiración para derribar al gobierno, la cual fue controlada por Cicerón quién detuvo y ejecutó a varios de los partidarios de Catilina, expulsándolo del Senado.

Estas acciones fueron duramente criticadas por el uso excesivo de la fuerza y fue condenado al exilio en el 58 a.C.

En el año 51 a.C. aceptó el cargo de procónsul de la provincia romana de Cilicia, regresando a Roma en el 50 a.C.

Vivió un año en Macedonia, tras el cual fue perdonado por el general romano Pompeyo el Grande y se pronunció a favor de éste durante la guerra con Julio César, quien terminó siendo dictador del año 48 al 44 a.C. Sin embargo, al vencer César, Cicerón comprendió que era inútil toda oposición, y César le perdonó por su gran prestigio como escritor y pensador. Posterior a este evento, Cicerón volvió a la política para promover la restauración del régimen republicano, en contra de Marco Antonio. Intentó aliarse así con Octavio Augusto, hijo de César. Sin embargo, tras la batalla de Módena, Octavio se reconcilió con Marco Antonio y unió sus fuerzas con él y con el ejército de Lépido para la formación del segundo triunvirato (43 a.C.).

Cicerón intentó escapar de Roma en diciembre del año 43. Sin embargo, fue capturado y decapitado; su cabeza y sus manos se expusieron en público, como castigo ejemplar a los opositores del triunvirato.

Legado

Tres años antes del final de su vida y ante la impotencia política de conducir los destinos de Roma, según los criterios que él estimaba justos, dedicó todos sus esfuerzos a la filosofía, retomó los ideales eclécticos forjados en su primera formación filosófica, y se propuso hacer accesible a la cultura latina la gran riqueza de la filosofía griega. Esta tarea de divulgación de la cultura filosófica griega en el mundo latino es uno de los méritos de Cicerón, aunque no el único, ya que, si bien sus obras no son propiamente originales, la difusión que hizo del pensamiento griego no se limita a la obra de un mero doxógrafo, traductor o divulgador, sino que está mediatizada por una fecunda labor de sistematización e interpretación así mismo civilizó el idioma transformándolo definitivamente en una lengua culta, apta para la expresión del pensamiento más profundo.

La obra de Cicerón se caracteriza por crear las bases de una terminología filosófica latina de gran influencia y elaborar importantes reflexiones para la filosofía política.

Como moralista, defendió la existencia de una comunidad humana universal más allá de las diferencias étnicas (Humanismo) y la supremacía del derecho natural en su obra maestra, el De officiis o «Sobre las obligaciones» y se manifestó contra la crueldad y la tortura.

Entre sus obras destacan sus tratados De Legibus (Sobre las leyes), De Officiis (Sobre el deber), y De Natura Deorum (Sobre la naturaleza de los dioses).

La más famosas de sus piezas de oratoria son las cuatro contra Catilia (Catilinarias), y las catorce contra Marco Antonio (Filípicas).

Entre las obras menores de Cicerón, los tratados De Senectute (Sobre la vejez) y De Amicitia (Sobre la amistad).

OBRAS COMPLETAS:

  • Epistulæ ad familiares
  • Epistulæ ad Atticum
  • Epistulæ ad Quintum fratrem
  • Epistolæ ad Marcum Brutum
  • De oratore
  • Orator
  • Brutus
  • De optimo genere oratorum
  • Partitiones oratoriae
  • Topica
  • Discursos judiciales de defensa
  • Discursos judiciales de acusación
  • De re publica
  • De legibus
  • De finibus bonorum et malorum
  • De officiis
  • Cato Maior De senectute
  • Laelius de amicitia
  • De natura deorum
  • De divinatione
  • De fato
  • Catilinarias y Filípicas
  • De inventione
  • De lege Manilia o De imperio Cnaei Pompaei