Grandes Juristas

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Mariano Egaña Fabres

Político y jurista chileno, uno de los principales redactores e ideólogos de la Constitución de 1833.

Mariano Egaña Fabres, quien nació el 1 de marzo de 1793 en Santiago de Chile y falleció en la misma localidad de manera repentina el 24 de junio de 1846 a la edad de 53 años, fue un reconocido político, académico, legislador, abogado y primer decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, además de ser un principal ideólogo y redactor de la Constitución Política de la República de 1833.

Vida privada

Mariano Egaña fue hijo del político, jurista y escritor chileno-peruano Juan Egaña Risco y de Victoria Fabres González, teniendo además de hermano al también parlamentario Juan María Egaña Fabres. En cuanto a su vida amorosa, el 1 de mayo de 1830 contrae matrimonio con María del Rosario Zuazagoitía Astaburuaga con quien tuvo una hija llamada Margarita, sin embargo, tras enviudar, Mariano contrajo matrimonio con su cuñada, Carmen Zuazagoitía Astaburuaga.

Primeros estudios

Luego de sus primeras enseñanzas básicas, Mariano Egaña realizó sus estudios superiores en la Real Universidad de San Felipe, institución en la cual se graduó de Bachiller de Filosofía y Leyes el 23 de junio de 1809. Posteriormente, el 13 de septiembre del mismo año ingresó a la Academia de Leyes y Práctica Forense, más adelante, Mariano seguiría sus estudios en el área del Derecho reingresando a la Real Universidad de San Felipe, para después egresar de la institución como abogado el 6 de febrero de 1811, dando paso a su trayectoria.

Trayectoria política y jurídica

Antes de la Batalla de Rancagua, Mariano Egaña participó y firmó el Reglamento Constitucional Provisorio el 1812, fue secretario del interior en la Junta Representativa de la Soberanía el 1813. A esto se le suma sus múltiples cargos en la Junta Gubernativa de Chile durante meses del año 1813 hasta 1814, momento en el que, acaecida la Batalla de Rancagua con la victoria del Imperio Español, Mariano fue relegado a la Isla de Juan Fernández pasando 3 años en la Isla hasta 1817, en donde vuelve al Chile continental tras el triunfo de Chacabuco.

Entre 1817 y 1823 Mariano se desempeñó en diferentes cargos, como cabildante, fiscal interino y ministro, llegando a ser el 13 de agosto de 1823 Director Supremo Delegado en el Ministerio de Gobierno y Relaciones Exteriores en la Junta Suprema Delegada, tomando otros cargos políticos cunado se cambiaba de director supremo.

Así, entre 1825 y 1829 Mariano Egaña fue ministro plenipotenciario ante diferentes gobiernos de Europa, logrando incluso en Inglaterra el reconocimiento de la Independencia de Chile, además de que en la estadía en dichos países europeos, celebró contratos con profesores y fomentó la inmigración a Chile, con la finalidad de alcanzar un mayor desarrollo.

Terminada la Guerra Civil en Chile entre los años 1829 y 1830, convocada la Gran Convención, se comenzó a redactar un proyecto de Constitución Política entre 1831 y 1832 por una comisión, en donde Mariano Egaña participó en dicha comisión junto a otros letrados para crear el proyecto, en suma, Mariano presentó un proyecto alternativo generado por él mismo, siendo este revisado por la Convención junto al proyecto de la comisión, dando como resultado el texto definitivo que sería aprobado en 1833 para después ser promulgada.

Posterior a este evento, Mariano Egaña fue desde 1831 Senador en diferentes periodos y participando en diversas comisiones, incluso siendo Oficial de la Legión de Honor de Santiago, para después, el 21 de julio de 1843 asumiera como Primer decano de la Facultad de Leyes y Ciencia Política de la Universidad de Chile, cargo que mantuvo hasta que falleció en 1846 repentinamente a la edad de 53 años.

Un gran jurista y su legado

Mariano Egaña Fabres, si bien murió relativamente a una temprana edad, su impactante trayectoria política y jurídica dejó una huella permanente en la historia del país, permitiendo llamarlo un “gran jurista”. Sus primeros estudios superiores fueron fundamentales para propiciar y participar en cambios relevantes en Chile, tales como los ocurridos en el ámbito legislativo. Dentro de esta amplia gama de eventos afines a mejorar al país, el más importante de ellos, es su destacada colaboración para la creación de la Constitución de 1833, plasmando las bases para establecer un sistema necesariamente estable.

Así, los planteamientos e ideas de Mariano Egaña, como uno de los principales redactores de la Constitución de 1833, tomaron un innegable peso para la historia, siendo esta Constitución relevante al establecer una república presidencial con amplios poderes al Presidente, un poder legislativo plasmado en un Congreso bicameral y un poder judicial independiente de los demás, todo ello siendo rasgos fundamentales para la centralización y ejercicio del poder, brindando a Chile una sólida estructuración, permitiendo de esta manera una estabilidad beneficiosa, tanto política, social, como económicamente.