Grandes Juristas

Imagen: UChile

Matilde Throup

Primera abogada en Chile.

Por Fernanda Basualto Muñoz, Pontificia Universidad Católica de Chile

Junto con ser la primera mujer en ingresar a la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, es la tercera en obtener un título profesional desde la vigencia del Decreto Amunátegui (1877), que autorizó a las mujeres a cursar estudios universitarios.

Vida y carrera profesional

Se estima que Matilde Throup Sepúlveda nació el 18 de agosto de 1876 en Angol. Con solo 10 años de edad obtuvo su grado de Bachiller en Filosofía y Humanidades, tras lo cual ingresó inmediatamente a estudiar en la Universidad de Chile, obteniendo su Bachillerato en Leyes y Ciencias Políticas, en 1891. Sin embargo, hay quienes plantean que la verdadera fecha de nacimiento de Throup es el 11 de agosto de 1870, por lo que habría comenzado sus estudios en la “casa de Bello” a los 16 años.

Durante su paso por la Universidad debió afrontar discriminaciones por parte de algunos de sus profesores, quienes la ignoraban en clase y la trataban con extrema rigurosidad al momento de evaluarla, intentando hacerla fracasar. Entre las anécdotas más citadas se encuentra aquella ocasión en que un profesor le preguntó si sabía cocinar pescado, en lugar de interrogarla por las materias correspondientes al curso.

A pesar de las dificultades, se tituló de abogada el 6 de junio de 1892, después de lo cual ejerció como litigante, enfrentándose en tribunales a prestigiosos abogados como Carlos Walker Martínez y Enrique Mac Iver. De esta manera, se ganó el respeto y reconocimiento de sus pares y adquirió una abundante clientela. Se dice que convirtió su profesión en un verdadero apostolado, pues siempre encontraba tiempo para defender las causas de personas de escasos recursos, sin importar el esfuerzo que suponía la atención de sus numerosos clientes. Tras cumplir treinta años ejerciendo, Matilde Throup Sepúlveda falleció en 1922.

Primera mujer en participar de un concurso en el Poder Judicial

Al año siguiente de titularse, Throup se presentó a la convocatoria para ocupar el puesto vacante de Secretario Judicial, Notario y Conservador de bienes raíces del departamento de Ancud. Sin embargo, su postulación fue rechazada por el Fiscal Judicial de la Corte de Apelaciones de Concepción, quien -tras interpretar las leyes vigentes- estimó que toda mujer debía ser considerada incapaz de ser nombrada ministro de fe.

Frente esta situación, apeló ante la Corte Suprema, la cual falló en su favor, arguyendo que la abogada tenía derecho a ser admitida al desempeño de todos los empleos y funciones públicas, por cuanto este era un derecho reconocido por la Constitución a todos los habitantes de la República, sin distinción de género. Por esta razón, y dado a que reunía las condiciones exigidas por la ley para presentarse como aspirante al concurso abierto para la previsión de dichos empleos, la Corte resolvió que Throup debía ser admitida al concurso junto a los demás candidatos.

Con posterioridad, la abogada participó de un concurso para el cargo de Oficial Civil de la Primera Circunscripción de Santiago y fue aceptada al examen sin ninguna dificultad. Poco tiempo después postuló al cargo de Notario Público de Santiago. En este caso no solo fue admitida al examen, sino que fue incluida en la terna remitida al Gobierno para que este designara quien ocuparía el puesto. A pesar de no ser elegida para estos oficios, su sola postulación tuvo una gran significación histórica.

Legado

Matilde Throup Sepúlveda no sólo tuvo el mérito de ser la primera mujer de nuestro país en recibir el título de abogado. Su tenacidad para ser admitida a los concursos abiertos para la previsión de empleos públicos tuvo como consecuencia que se reconociera jurisprudencialmente la capacidad de las mujeres para optar a cargos judiciales y de auxiliares de la administración de justicia. Esto permitió que, en 1925, Claudina Acuña Montenegro se convirtiera en la primera mujer en entrar a la carrera judicial.

Throup produjo, a su vez, un impacto en el extranjero, luego de que Bélgica y Argentina solicitaran informes para certificar que la abogada efectivamente había jurado ante la Corte Suprema. Estos documentos fueron utilizados como antecedentes para otorgar el título a las estudiantes de Derecho de dichos países. Así, por ejemplo, María Angélica Barreda se convirtió en la primera abogada del país trasandino al haber utilizado uno de estos informes como medio de defensa, después de que la Corte de Buenos Aires se negara a su titulación.

De este modo, Matilde Throup no solo se abrió paso a sí misma en el ejercicio de una profesión dominada por hombres, sino que permitió que otras mujeres siguieran sus pasos.

 

Bibliografía citada

Guerín de Elgueta, S (1928). Actividades femeninas en Chile: obra publicada con motivo del cincuentenario del decreto que concedía a la mujer chilena el derecho de validar sus exámenes secundarios : (datos hasta diciembre de 1927).

Klimpel, F. (1962). La mujer chilena (El aporte femenino al Progreso de Chile) 1910-1960 (1.a ed.). 

Corporación Humanas. (2010). Algunas, otras Linaje de mujeres para el Bicentenario 1810-2010 (1.a ed.). 

Historia de las mujeres en el Poder Judicial. (s. f.). 

Figueroa, V. (1925). Diccionario histórico, biográfico y bibliográfico de Chile 1800-1925 (1.a ed., Vol. 1). 

Apablaza R., M. (2021, 17 agosto). Matilde Throup Sepúlveda: el legado de la primera abogada de Chile. Universidad de Chile.