Oficiar al Ministerio de Salud (Minsal) para hacerle ver una serie de demandas que tienen los gremios del sector y, a la vez, generar una mesa radicada en las comisiones de Salud, Trabajo y Educación para canalizar dichas peticiones. Esos fueron los acuerdos a lo que llegó la Sala tras escuchar a una serie de dirigentes de los trabajadores sanitarios en una Sesión Especial convocada para ello.
A su vez, los legisladores respaldaron un proyecto de acuerdo firmado por todo el Senado, por medio del cual se le solicita al Ejecutivo, que ingrese un mensaje que establezca el otorgamiento de pensiones de viudez y orfandad al cónyuge o conviviente civil e hijos de trabajadores de la salud que hayan fallecido a causa del COVID- 19.
En la sesión se solicitó resgistrar todos los planteamientos que efectuaron de los dirigentes de la salud con el fin de elaborar los diversos oficios que se enviarán a los ministerios.
Luego de escuchar a siete representantes de federaciones y confederaciones de la salud, diversos senadores expresaron su empatía y preocupación por las condiciones bajo las cuales operan muchos de ellos y abordaron desde distintas perspectivas el rol que tendría el Ejecutivo en este escenario y las medidas que se han implementado en esta difícil e inédita contingencia que azota a la humanidad.
Mientras algunos parlamentarios hicieron énfasis en que “Chile – al igual que muchos países en el mundo- no tenía forma de evitar las consecuencias de la pandemia” y que, pese a esta dura realidad “si nos comparamos con América Latina la situación no es tan aguda”. Otro sector apuntó al papel del Minsal, particularmente la urgencia de escuchar a la llamada “primera línea” de la pandemia que urge por más insumos, test PCR y rápidos y, sobre todo, “transformar en hechos el reconocimiento del que han sido objeto en estos meses”.
Hicieron uso de la palabra la presidenta de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (Fenats), Patricia Valdera, y la coordinadora de la región de Biobío, Evelyn Betancur; el presidente de la Confederación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud (Fenpruss), Orlando Santibáñez, y el coordinador de la región del Biobío, Rodrigo Cabrera; la presidenta de la Confederación Nacional de Funcionarios y Funcionarias de la Salud Municipal (Confusam), Gabriela Flores; el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermeras y Enfermeros (Fenasenf), Luis Espinoza; y la representante de la región del Biobío de la Confederación Democrática de los Profesionales Universitarios de la Salud (Confedepruss), Consuelo Villaseñor.
Todos los dirigentes coincidieron en que el apoyo para seguir haciendo frente al contagio del COVID 19 es insuficiente y dieron a conocer una lista con demandas específicas:
La falta de elementos de protección personal, particularmente la entrega de mascarillas de manera no uniforme (depende el Servicio de Salud es el número de éstas por persona diariamente)
La urgente necesidad de homogenizar protocolos (de residencias sanitarias, y la entrada y salida de test) Se planteó que muchas de las directrices centrales que llegan de Santiago dependen del criterio de cada Servicio de Salud
La importancia de suspender las metas sanitarias anuales y los procesos de evaluación
La aplicación de un mayor el número de testeos en el personal de salud
La valorización de la atención primaria que ha sido desplazada por la secundaria (hospitalaria)
El apoyo remuneracional que requieren los funcionarios administrativos y de servicios que realizan teletrabajo y han visto mermados sus sueldos en un 50%. Esto también se debe a la disminución de horas extraordinarias
La ayuda emocional que requieren estos trabajadores en un programa de salud mental formalizado
La habilitación de residencias para el personal de salud, porque no todos tienen condiciones en sus casas para pasar la cuarentena
Los dirigentes también advirtieron la situación que se podría generar según una circular emanada hace pocos días por el Minsal, donde se ordenaría que todo el personal de salud vuelva a ejercer sus funciones de manera presencial y con normalidad. Se hizo ver que, si ello se concreta, “el número de contagiados crecerá exponencialmente”.
En cifras, se relató que de los 360 mil funcionarios de salud, dos mil 500 y cuatro mil funcionarios se encuentran contagiados de Coronavirus, tres mil están cuarentena y tres han fallecido. En cuanto a la atención primaria, se explicó que hay 579 contagiados, 123 a la espera del resultado de PCR, 870 en cuarentena y dos fallecidos.