El vicepresidente del Supremo Tribunal Federal declaró que la Corte permanece vigilante contra cualquier forma de agresión contra la institución y que la ofende.
Al respecto, se indicó que ya es común que uno de los principales pilares de las democracias contemporáneas se basa en el trabajo de jueces independientes, que no se eximen de aplicar la Constitución y las leyes a nadie, con el objetivo de la justicia como una misión guiada por la imparcialidad y la prudencia. No hay democracia sin respeto por las instituciones. “El imperio de nuestra Constitución, la sostenibilidad de nuestra democracia y la garantía de nuestras libertades no sería sin un Poder Judicial que no dudó en oponerse a las mayorías para la promoción de los valores republicanos y para el logro del bien común”, señaló.
Enseguida, el comunicado agregó que Brasil es testigo de que el STF de ayer y de hoy actúa no solo por la independencia de sus jueces, sino también por la prudencia de sus decisiones, por la construcción de una visión republicana del país y por la búsqueda incansable de la armonía entre las Potencias. Ya sea en la prosperidad o en la crisis que estamos experimentando, este Tribunal permanece vigilante a favor de la salud de la Constitución y la estabilidad institucional de Brasil.
Seguidamente, el vicepresidente manifestó que no es casualidad que el STF, una institución centenaria, haya demostrado ser esencial para el funcionamiento regular del Estado de derecho democrático, como el máximo guardián de la Constitución y la seguridad jurídica. Agregó que, si hoy Brasil puede disfrutar de las libertades y la igualdad de los tipos más diversos, esto se debe sin duda, en gran medida, a los más de 30 años de Poder Judicial del Ministro Celso de Mello en este Tribunal. “Su Excelencia, un firme defensor de los valores éticos, morales, republicanos y democráticos, es a la vez espectador y artesano de la nueva democracia construida en 1988, cuya solidez es el mayor legado de las generaciones presentes y futuras.”
A continuación, expuso que, por todas estas razones, esta Corte permanece vigilante contra cualquier forma de agresión contra la institución, en la medida en que ofenderla representa un notorio desprecio por la democracia. Ciertamente, el espíritu democrático requiere diálogos entre los diferentes, para que todos podamos vivir como iguales en nuestra diversidad de valores, siempre bajo tolerancia recíproca.
Finalmente, el comunicado concluyó indicando que, este Tribunal Federal Supremo, en el ejercicio de su noble tarea constitucional, trabaja para que, donde hay hostilidad, se construya respeto; donde hay fragmentación, establecer diálogo; y donde hay antagonismo, se fomenta la cooperación y la armonía.
Vea texto íntegro del comunicado.