Tribunal Europeo de Derechos Humanos determinó que se violó la libertad de expresión de un abogado que fue sancionado por contar un chiste durante el juicio.
La sentencia recordó que los comentarios sobre los jueces están en consonancia con la libertad de expresión, pero que los abogados deben comportarse de manera «discreta, honesta y manera digna para que los miembros del público tengan confianza en la administración de justicia”.