TEDH condena a Moldavia por mantener en prisión preventiva a una mujer sin que existieran antecedentes que permitieran sospechar razonablemente de que había cometido el delito.
Tener una sospecha razonable presupone la existencia de hechos o información que satisfagan a un observador objetivo de que la persona imputada puede haber cometido el delito.