«Una jueza de Vigilancia Penitenciaria autoriza a una presa a utilizar un consolador, imponiendo 6 condiciones», por Virgilio González.
El «Satisfyer» no supone un peligro mayor que otros objetos autorizados ni un riesgo para la salud por el hecho de «no introducirse ni tener contacto con nada», sino que debe «colocarse encima de la zona en cuestión», según la jueza.