Amnistía Internacional se opone a la autorización indefinida del uso de fuerza militar por parte de Estados Unidos.
Daphne Eviatar, directora de Seguridad con Derechos Humanos de la organización en Estados Unidos, declaró que desde 2001 ese país viene actuando como si el mundo fuera un campo de batalla permanente, a costa de miles de vidas, incluidas las de gran número de civiles.