Francia no vulneró la libertad de expresión de político que permitió publicaciones discriminatorias contra la comunidad musulmana en su página de Facebook, en plena campaña electoral.
Se puede aceptar que los comentarios reflejaban un grado de malestar social que podría requerir una respuesta política, además del hecho de que correspondían al tipo específico de comunicación que se encuentra en ciertos portales en línea. No obstante, en un contexto electoral, el impacto del discurso racista y xenófobo se hace mayor y más nocivo, particularmente por el clima político y social conflictivo que primaba en aquel momento.