Para condenar se requiere prueba de cargo suficiente que desvirtúe la presunción de inocencia.
En el proceso pueden quedar algunas dudas, lo que es connatural a la imperfección humana y por eso es que en toda causa quedan, por lo general, los denominados “cabos sueltos”, sin embargo, ello no significa un obstáculo o cortapisa en la argumentación que los jueces de la instancia expusieron en el fallo impugnado, refiere el voto en contra.