Este libro, publicado por primera vez en Lima en agosto de 1988, se compone de dos trabajos formulados inicialmente por el autor en contextos de trabajo académico y que se encontraban en prensa separadamente en publicaciones extranjeras. Ambos textos, complementarios entre sí, arrancan tratando acerca de la relación entre lo público y lo privado, relación que el profesor considera fundamentalmente implicada en todas las instancias de la existencia contemporánea (vale la pena insistir en que este libro fue publicado en 1988, época de álgidos enfrentamientos entre la opción del “socialismo realmente existente” y el capitalismo neoliberal de la época). Desde allí, el autor explica cómo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial se ha profundizado una presión sobre América Latina por la “modernización”, y advierte cómo se ha creado entre nosotros la idea de que América Latina ha sido siempre solo pasiva y tardía receptora de la modernidad, con una consecuente confusión entre modernidad y “modernización”. Mientras la primera sería un concepto filosófico, historiográfico y sociológico, la “modernización” –explica Quijano– es un proceso socioeconómico de industrialización y tecnificación.

Según el teórico, el “descubrimiento” de América Latina habría sido un pilar fundamental de la modernidad europea, y de ésta última surgió el liberalismo latinoamericano y su revolución. Al mismo tiempo, en Europa la modernidad se difunde apoyada en el desarrollo capitalista, y con ello nace la razón burguesa: lo racional es útil, y lo útil solo tiene sentido desde el poder. Así, cuando la modernidad estaba a punto de ingresar a América Latina ella es víctima de una relación colonial con Europa, y de ese modo es sometida a lo que el autor llama “metamorfosis”, quedando marginada y volviéndose en cambio víctima de la “modernización”.

Para Aníbal Quijano, la utopía latinoamericana se presenta como una propuesta de racionalidad alternativa en la que lo estatal y lo privado trabajan de forma conjunta, pues la confrontación entre propiedad capitalista absoluta y la propiedad estatal absoluta no puede ya admitirse como disyuntiva; ambas llevan a las frustraciones de la modernización y el populismo. De esta manera, Quijano pretende ofrecer un modo de rearticular, de conciliar dos herencias culturales: la racionalidad de origen andino, ligada a la reciprocidad y solidaridad, y la racionalidad moderna inicial, donde la razón se vincula a la liberación social, la libertad individual y la democracia. No es necesario, nos dice el peruano, ser prisioneros de la disyuntiva entre lo privado y lo estatal del capital. América Latina, por su peculiar historia y su lugar en la trayectoria de la modernidad, es el más apto territorio histórico para producir los elementos que hasta ahora andan separados: la alegría de la solidaridad colectiva y la de una plena realización individual: «No tenemos que renunciar a ninguna de ellas, porque ambas son nuestra genuina herencia».

Aníbal Quijano (1928-2018) fue un sociólogo marxista y teórico político peruano. Profesor en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos hasta 1995, y en la Universidad de Binghamton (Nueva York) desde 1986. Fundó en 2010 la cátedra “América Latina y la Colonialidad del Poder” en la Universidad Ricardo Palma (Lima). Cursó estudios de maestría en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, cuando ésta tenía su sede en Santiago de Chile.

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