
Chile lleva más de 2 años intentando redactar una nueva Constitución. En su origen, el país levantó un órgano que fue protagonizado por actores de izquierda e independientes. Ahora, un Consejo Constitucional diseñado por las fuerzas políticas con representación de los partidos políticos, y dominado por la derecha, será el encargado de escribir una nueva Carta Magna.