La ley busca la innovación financiera y una mayor competencia en el sistema financiero, asà como el desarrollo de nuevos productos y servicios financieros para los consumidores.
Se establece un marco regulatorio para ciertos servicios financieros de base tecnológica. Establece que las entidades que realizan operaciones de intermediación y custodia, provisión de plataformas de transacción y asesorÃa sobre instrumentos financieros (incluyendo criptoactivos y contratos por diferencia) pasarán a estar reguladas por la Comisión para el Mercado Financiero y deberán acreditar el cumplimiento de los requisitos que la autoridad fije para que puedan operar. Además, crea un Sistema de Finanzas Abiertas (Open Banking) que posibilitará que los proveedores de servicios financieros intercambien información financiera de clientes, permitiendo abordar la asimetrÃa de información que enfrentan los actores entrantes y facilitar el desarrollo de nuevas ofertas de productos y servicios financieros. La norma también reconoce el uso de criptoactivos como medios de pagos, extendiendo las facultades del Banco Central de Chile para considerar como medios de pago a los criptoactivos cuyo valor sea determinable y respaldado en función de dinero.Â