El condenado, quien recibió la escopeta, no estaba autorizado para utilizarla, no tenía el curso habilitante, por lo cual no debía usarla, pero además su uso debía reservarse para esparcir gente, en caso de que esto ocurriera y previo al disparo debía realizarse un tiro de rebote que tampoco se hizo; se utilizó de manera impulsiva, siendo indiferente al resultado.
18 de febrero de 2024