Suicidio de un supervisor acusado de acoso laboral es un accidente de trabajo. Se acreditó un nexo causal entre esa decisión y su trabajo.
El suicidio puede considerarse como accidente de trabajo cuando queda probado que la situación emocional determinante de esta decisión se encuentra directamente relacionada con las condiciones laborales del trabajador que adopta tan drástica medida, fruto de la angustia y tensión que su vida laboral le produce.