Adulto mayor que padece una enfermedad grave y terminal posee suficiente autonomía y capacidad para someterse a una eutanasia, resuelve la Corte Constitucional de Colombia.
El derecho a morir dignamente guarda relaciones evidentes con los derechos a la vida digna y la autonomía, en sus dimensiones de autodeterminación e integridad; así como con el derecho a la salud, pues su ejercicio, invariablemente, va ligado a la prestación oportuna, eficiente, integral de los servicios necesarios para preservar el máximo nivel posible de bienestar de cada persona desde el comienzo hasta el final de su existencia.