Recientemente Chile estableció su postura ante el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU, a propósito de las 185 recomendaciones recibidas de 84 países a principios de año. (Véase relacionado)

Chile desestimó cinco de ellas, entre las cuales se encuentra aquella solicitud realizada por la Santa Sede en torno a “respetar los derechos de la persona desde el momento de la concepción hasta la muerte natural”, en la que declaró que legislará para despenalizar la interrupción del embarazo por tres causas: peligro de la vida de la mujer, inviabilidad del feto y el embarazo por violación, descartando la despenalización a todo evento, toda vez que “el ordenamiento jurídico chileno establece que la existencia legal de toda persona humana se inicia al nacer, esto es al separarse completamente de la madre”.

En este sentido, los senadores Van Rysselberghe y Chahuán manifestaron su parecer y calificaron como “pro-aborto” la postura adoptada por el actual Gobierno. Asimismo, cuestionaron el accionar del Ejecutivo ante la ONU, porque a juicio de este parlamentarios sería una falta de respeto que la Presidenta de la República declare un cambio en la política del Estado de Chile, debiendo necesariamente debatir esos cambios al interior del Congreso.

De otro lado, los senadores Girardi y Rossi expresaron su absoluto apoyo a la postura declarada por el Gobierno y explicaron que existen tratados internacionales que establecen como un derecho humano, el que las mujeres puedan interrumpir su embarazo en caso de violación, feto inviable o riesgo materno”.

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