El Instituto Libertad y Desarrollo (LyD), en su sección Temas Públicos, publicó el documento “Nuevas instituciones públicas: crece el tamaño del Estado”.
El texto advierte que desde 1990 a 2015 el gasto del Gobierno Central se ha quintuplicado, sin que ello necesariamente haya ocasionado una mejora proporcional en los servicios públicos.

Enseguida, indica el documento que se ha observado una proliferación de nuevas instituciones públicas en razón del equivocado argumento de que la solución ante una determinada necesidad viene dada por la creación de una entidad dedicada a ella.
En los últimos 10 años, sostiene LyD, se han creado por ley cinco Ministerios, 12 Subsecretarías, nueve Servicios Públicos y dos Superintendencias, destacando los Ministerios de Energía, Medio Ambiente, del Deporte y de la Mujer.
A juicio del Instituto, cada uno de estos servicios obedeció a distintas motivaciones y unos parecen ser más necesarios que otros.

Por otra parte, la excesiva jerarquización de los servicios públicos tiene el riesgo de alejar al beneficiario final como destinatario de la política pública. Peor aún, continúa, suele ocurrir que existen múltiples entidades abocadas a un mismo fin, sin seguimiento y sin acción coordinada, lo que amerita una revisión de la institucionalidad vigente.

A continuación, se arguye que actualmente existen más de 160 nuevas instituciones públicas en trámite en el Congreso Nacional, donde destacan casi 100 relacionadas solo a materias de Educación, una nueva Empresa Pública, la creación de una nueva región, y las recientes iniciativas presentadas esta semana, que dividen al SENAME en dos servicios y aquella que crea la nueva CONAF pública.
Expresa a continuación LyD que preocupa entonces que no se dé relevancia a la evaluación ni al impacto que viene aparejado a este crecimiento, considerando que el tamaño del Estado no sólo crece con nuevas instituciones, sino que también a través de nuevas funciones, mayores competencias, un más amplio rol regulador, y la ampliación de giro de Empresas Públicas hacia sectores que son propios de los privados (Metro y Enap). Por lo tanto, LyD se pregunta si se están focalizando los recursos realmente en resolver los problemas por los cuales se aumentó el tamaño del Estado.

De esa forma, LyD concluye manifestando  que es imprescindible abocarse a la tarea de modernizar el Estado, lo que supone revisar el destino de los recursos públicos, examinar qué atribuciones se le está entregando al Estado y, sobre todo, hacer un mayor esfuerzo por racionalizar el gasto público.

Vea texto íntegro del informe.

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