En días recientes, Alemania dio el primer paso para poder espiar las comunicaciones de sospechosos de terrorismo a través de aplicaciones de mensajería móvil que encriptan los mensajes, como WhatsApp y Telegram, lo que hasta el momento no es legalmente posible.
La conferencia de ministros de Interior, que reunió en la ciudad de Dresde al Ministro Federal de Interior con los responsables de esa cartera en los dieciséis estados federados del país, acordó por unanimidad ampliar las posibilidades de interceptación por parte de la policía de las comunicaciones de personas denominadas peligrosas, limitadas en la actualidad a correos electrónicos y SMS.
“Las autoridades deben estar en disposición legal y técnica de poder intervenir esos mensajes y evaluarlos”, afirmó el Ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, en rueda de prensa al término de la conferencia.
El acuerdo logrado en el encuentro deberá plasmarse en las próximas semanas en una reforma de la normativa que regula el seguimiento de sospechosos por parte de las fuerzas de seguridad.
Según datos de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA), cerca del 70 % de las comunicaciones calificadas como relevantes por las fuerzas de seguridad se lleva a cabo a través de este tipo de aplicaciones de telefonía móvil.
En esta reunión -la primera desde el atentado yihadista de diciembre pasado en Berlín en el que murieron doce personas- también se acordó bajar la edad mínima para la toma de huellas digitales desde los 14 años a 6 años, en el caso de inmigrantes que busquen asilo en el país. Además, se determinó mejorar la colaboración y la coordinación entre los distintos servicios de inteligencia federales.
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