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Programa Asia Pacífico.

Publican “Trata de personas en Sudeste Asiático: mirada regional a un flagelo que afecta a millones”.

La BCN arguye que una de las medidas más importantes para establecer un marco de cooperación regional ha sido el principio de responsabilidad compartida,

27 de julio de 2017

La Biblioteca del Congreso Nacional, en su sección Programa Asia Pacífico, publicó el artículo “Trata de personas en Sudeste Asiático: mirada regional a un flagelo que afecta a millones”.
El documento señala que el tráfico de humanos con fines de explotación sexual o laboral ha sido identificado por la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) como un problema a resolver desde una perspectiva multilateral. 
Luego, la BCN destaca que la Convención Contra el Tráfico de Personas, Especialmente Mujeres y Niños firmada el año 2015 por Asean sentó las bases para proteger a las personas más vulnerables de ser involucradas en el tráfico de personas.
Cabe señalar, expone el texto, que la región asiática es la más compleja del mundo en cuanto a la trata de personas con fines de explotación laboral, ya que India y China son los países con mayores tasas de trata humana y esclavitud moderna en el mundo.
A continuación, se refiere al  Índice de Esclavitud Global (IEG) que arroja que solamente en la India hay más de 18 millones de personas viviendo algún tipo de esclavitud y en  China 3 millones de personas, esto representa un 0,25 por ciento de su población.
Enseguida, el texto expone que el tráfico de personas con fines de esclavitud laboral no se realiza al interior de los países sino hacia otros países y regiones. El principal destino de los traficantes de personas con fines laborales se dirige al Medio Oriente. Un fin distinto corren los niños, ya que la región se caracteriza por la presencia de organizaciones internacionales que trafican menores con propósitos laborales en el servicio doméstico, pero también matrimoniales.
También, el documento asevera que tomando en consideración que combatir el tráfico de personas en el Sudeste Asiático es una necesidad, la comunidad Asean reconoce que la mejor manera de combatir este problema es en conjunto y desde una política multilateral. De tal manera, el 22 de noviembre de 2015 todos los Estados miembros firmaron la Convención Contra el Tráfico de Personas, Especialmente Mujeres y Niños donde reconocen que esta práctica es ilícita, una violación a los derechos humanos y una ofensa a la dignidad de las personas.
Añade, que la Convención firmada por Asean, reconoce tres tipos de tráfico en mujeres y niños: por explotación sexual, laboral y tráfico de órganos. Antes del acuerdo algunos países no criminalizaban estas actividades, sin embargo, desde la firma del documento leyes específicas en la materia han sido adoptadas. De esta manera, tener una legislación apropiada, actualizada y efectiva para combatir el tráfico de personas ha sido una prioridad.
Junto con ello, arguye la BCN, una de las medidas más importantes para establecer un marco de cooperación regional ha sido el principio de responsabilidad compartida, esto no solo significa que asumen el problema de una manera común, sino que campañas de concientización y educación, forman parte de una medida común de prevención. Así, todos los países coinciden en vincular el tráfico de personas con un acto de violación a los derechos humanos que debe ser atacado efectivamente.

 

Situación de la trata en Chile

La BCN advierte que la trata de personas es un flagelo que afecta a todos las regiones, y en América Latina, Chile es uno de los países donde más se ha incrementado este problema en la última década.
Tal como sucede en el Sudeste Asiático, explica el texto, la trata se realiza con fines de explotación sexual y laboral. Si bien no se percibe la dura realidad de la trata de niños y niñas como en el Asia, tampoco existen cifras oficiales que midan tendencias en este ámbito. El único trabajo de medición es el informe Trata de niños/as y adolescentes: Una realidad oculta de la ONG Raíces que fue publicado el 2007.
Para ese período se cuantificaron 52 niños, siendo las mujeres las principales víctimas. Según dicho trabajo, se trata de niños y niñas pobres que viven situaciones de abandono y desprotección, lo que es aprovechado por los comerciantes quienes se valen de técnicas de manipulación emocional para explotarlos sexualmente.
No obstante el tráfico humano ha sido ampliamente analizado en nuestro país. Según Cristián Doña, doctor en Sociología, director del Observatorio de Desigualdades de la UDP y experto en temas de migración, a quien cita la BCN, Chile ha sido bastante proactivo en términos legales en relación a la trata. “Es de los primeros que firmó el Protocolo de Palermo y hay una ley de tráfico de personas que tiene más de cinco años, sin embargo esta ley nació desactualizada, entonces aún no se trabaja muy bien el tema de la trata. Hemos visto muchos casos en la prensa de trata y explotación laboral, pero aún queda mucho por definir en cuanto a los derechos y roles de las personas que son traficadas. En Chile legalmente las personas que son traficadas pueden ser protegidas, pero esto aún no se aplica muy bien, no se ha llevado a la práctica por ejemplo en las policías”, comentó.
Asimismo, en relación a los desafíos que tenemos que enfrentar a futuro, el sociólogo agregó que es necesario “considerar que en el caso eventual de controlar el tráfico se podría caer en controlar la migración, porque se cerraría el paso a los migrantes y en esa suerte de muro que impida ingresar a personas que quieran migrar a Chile legalmente en condición de trabajador, podrían quedar afuera, lo que podría contribuir al tráfico”.

 

Vea texto íntegro del documento

 

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