La Corte Suprema de los Estados Unidos ordenó a la Corte de Apelaciones para el Onceavo Circuito que reconsidere si admite a tramitación la apelación presentada por Keith Tharpe, un condenado a muerte en Georgia cuya ejecución se aplazó el en septiembre del año pasado.

Cabe recordar que la apelación se basa en que uno de los jurados que votó por a favor de la sentencia de muerte en 1990, Barney Gattie, habría sido influido por su racismo para adoptar dicha posición. Así, el equipo legal de Tharpe tuvo varias entrevistas en 1998 con Gattie, en las cuales usó libremente epítetos racistas, como: “existen dos tipos de personas negras: gente negra y ‘niggers’”, por el condenado, “quien no estaba en la lista de la gente negra buena, merece la silla eléctrica por lo que hizo”; que “algunos de los jurados votaron por la pena de muerte porque sintieron que el condenado debe ser un ejemplo para otros negros que matan negros, pero ese no fue mi motivo”; y que “después de estudiar la Biblia, he llegado a preguntarme si acaso los negros tienen alma”, expresiones que quedaron consignadas bajo declaración jurada.

En su resolución, el máximo Tribunal estadounidense sostuvo que las declaraciones del jurado representan una fuerte presunción de que el veredicto de pena de muerte fue influenciado por la raza del condenado. Por tanto, ordenó a la Corte de Apelaciones que revise nuevamente la procedencia de la apelación, decisión que no podrá basarse en que sea indisputable que la labor de Gattie no perjudicó a Tharpe.

Vea texto íntegro de la resolución.

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