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Publican «La e-piel que nos cambiará la vida».

Ingenieros de la Universidad de Illinois (Estados Unidos) han desarrollado un dispositivo que combina sensores electrónicos para el diagnóstico médico y la comunicación hombre-máquina con un parche autoadhesivo, muy parecido a la piel.

5 de abril de 2018

En una reciente publicación española se da a conocer el artículo “La e-piel que nos cambiará la vida”. Se sostiene que somos testigos de cambios tecnológicos a diario, en cualquier circunstancia de la vida nos encontramos con nuevos servicios y productos, o nuevas atenciones médicas que poco a poco van penetrando y cambiando nuestras vidas.
Que nuestros hábitos se adaptan a las nuevas tecnologías y nos parece un hecho natural contar con ellas y todas ellas se supone que mejoran la calidad de vida y así ocurre efectivamente.
A continuación, se asevera que el cuerpo humano ha vuelto a convertirse ahora en el foco de un nuevo invento revolucionario: la piel electrónica auto reciclable.
Ingenieros de la Universidad de Illinois (Estados Unidos) han desarrollado un dispositivo que combina sensores electrónicos para el diagnóstico médico y la comunicación hombre-máquina con un parche autoadhesivo, muy parecido a la piel, que se coloca como si fuera un tatuaje temporal.
Se explica que el parche se ha ensayado ya con éxito para medir la actividad eléctrica del corazón, del cerebro y de los músculos.
La tecnología microelectrónica utilizada para fabricar el parche de piel artificial se llama Sistema Electrónico Epidérmico (Epidermal Electronics System, o EES).
Según sus creadores mide menos de 50 micras de espesor, no pesa casi nada, no necesita pegamento y requiere de tan poca energía que puede autoabastecerse con captores solares en miniatura, o recogiendo la radiación electromagnética del ambiente.
Además, cuando se coloca en la garganta permite a los usuarios jugar a un videojuego activado con la voz con una precisión superior al 90%.
El documento agrega que la denominada e-skin está fabricada en un material de escaso grosor y translúcido, muy parecido a la piel humana y que, incluso, según destacan, “puede imitar” sus funciones y “propiedades”, y que además tiene la facultad de auto curarse cuando se daña.
Es una piel artificial muy maleable y, tal como se ha indicado anteriormente, es  capaz de auto repararse sobre la que han colocado diversos sensores para imitar algunas de las funciones de la piel humana con lo que se presume que puede tener múltiples utilidades en diferentes sectores de lo que hoy se denomina como “biomedicina”.
Luego se indica que esta piel electrónica tiene varias propiedades distintivas, incluyen un nuevo tipo de polímero de la red dinámico unido covalentemente, conocido como polimina, que, entre otras características técnicas, se ha mezclado con nano partículas de plata para proporcionar una mejor resistencia mecánica, estabilidad química y conductividad eléctrica, que permiten que cuando la piel electrónica se corta en dos, la adición de los mismos a la herida permite que esta e-skinse regenere gracias a la recreación de enlaces de sustancias químicas entre los dos lados, y en el caso de que la piel electrónica se llegase a estropear, de tal forma que la reparación resultase imposible, se podría empapar en una solución que la disolviese para reutilizar así los materiales que den origen a una nueva película.
Es importante tener en consideración, se agrega, que esta e-piel permite en tan solo media hora a este tejido para que, a una temperatura de 60º C, sea capaz de reciclarse por entero. Un poco más de tiempo, 10 horas, en caso de que se realice a temperatura ambiente.
Por tanto, se afirma, uno de sus aspectos fundamentales o características más novedosas es que puede reutilizarse, ya que, se trata de una piel electrónica “totalmente reciclable a temperatura ambiente”, lo que le otorga un gran sentido “económico y ambiental”, puesto que significa una reducción más que considerable en lo que atañe a los costos de fabricación de este nuevo tipo de innovación.
Esta piel electrónica o “e-piel”, como la denominan sus creadores, podría desde mejorar los dispositivos wearables hasta dotar de sensibilidad las prótesis que llevan algunas personas a las que les falta un miembro e incluso a los robots, y tiene unas previsiones muy importantes de constituir una auténtica revolución en los llamados “textiles inteligentes”, que sin lugar a dudas pueden proporcionar nuevas y varias funcionalidades a los mismos, cambios aspectos muy cercanos del día a día de las personas.
En este sentido, se ejemplifica, podría cumplir la función de llevar un móvil pegado a la piel o un reloj de carácter inteligente ya que se trata de un material muy flexible fácilmente manejable que se adapta la forma de la mano del brazo y que posiblemente tenga muchas aplicaciones en el ámbito de la electrónica.
Luego el texto plantea que nadie pone en duda la necesidad de que se produzcan avances técnicos determinantes en la realidad humana. Pero cabe preguntarse, como van a influir estas constantes evoluciones de carácter técnico en la normativa, teniendo en cuenta que deben preservarse los derechos y libertades fundamentales de la persona.
Ante los nuevos retos que estas modernas tecnologías plantean, se arguye, cabe del mismo modo reflexionar acerca de si los mecanismos jurídicos tradicionales son suficientes para mantener el mismo estatus de protección de este derecho o es necesario adecuar las herramientas legales y jurisdiccionales a la nueva realidad.
En definitiva, se sostiene, si esta constante revolución digital ha modificado las condiciones y el contexto en el que se ejerce uno de los derechos más esenciales de la persona, como es el derecho a la intimidad, apareciendo nuevas formas de vulneración del mismo, pero no hay que olvidar que hay otros derechos fundamentales en juego como el derecho a la vida y a la integridad física, que evidentemente se pueden ver constreñidos como consecuencia de estos avances tecnológicos.
Las consecuencias resultan según el texto indiscutibles: Es primordial actualizar tanto su contenido como los mecanismos de garantías para hacer valer este derecho fundamental y cualquier otro, frente a cualquier nueva tecnología que lo vulnere.
Sin embargo, se indica finalmente, no cabe escudarse exclusivamente en la protección de los derechos, cuando hay valores tan fundamentales como la salud en juego, y cuya perspectiva, en muchos aspectos, puede cambiar sustancialmente de un día a otro como consecuencia del desarrollo de cualquier tipo de avance técnico, que salve vidas humanas, y evite la producción de sufrimientos innecesarios. Fuente:confilegal.com

 

Vea texto íntegro del documento

 

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