En una publicación de la Biblioteca del Congreso Nacional se da a conocer el artículo “Inmunización y coordinación regional: las semanas de vacunación”.
Se sostiene que la Semana de la Vacunación de las Américas (SVA) se desarrolla en nuestro continente durante el mes de abril de cada año, con el objetivo de fomentar la equidad y el acceso a la inmunización y sensibilizar debidamente a la población sobre su importancia.
Esta iniciativa, se explica, además de atribuirse logros históricos en cuanto a erradicación de enfermedades, se sitúa como una importante aliada en la concreción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (específicamente el Objetivo N°3 de Salud y Bienestar) dentro de la región.
Cabe señalar, de acuerdo al texto, que la SVA nace como iniciativa en el 2002, luego de que fuertes brotes de sarampión en Venezuela y Colombia encendieran alarmas en países vecinos. Ante ello, los Ministros de Salud de la Comunidad Andina propusieron la idea de coordinar esfuerzos para prevenir futuros brotes de esta enfermedad a través de una campaña de vacunación a nivel continental, y así, hacia el 2004, y con ayuda de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la mayoría los países de la región ya participaban en la iniciativa.
A continuación, el documento detalla objetivos generales que busca la SVA:
Promover la equidad y el acceso a la vacunación, especialmente llegando a poblaciones con poco acceso a los servicios de salud que viven en periferias urbanas, zonas rurales y fronterizas y comunidades indígenas.
Promover la transición de la vacunación del niño a la vacunación de la familia.
Promover la comunicación y cooperación entre países.
Mantener la vacunación en la agenda política.
Servir de plataforma para las actividades integradas.
Sin embargo, se comenta que la idea final de esta semana de la vacunación, más que crear metas obligatorias que deban cumplir los países de las Américas, lo que busca es integrar esfuerzos y brindar lineamientos técnicos para que cada país cumpla con sus propias metas de inmunización. Cada año los países que deseen participar Fondo Rotatorio de la OPS
El documento recuerda que si bien su creación se remonta hacia finales de la década de los 70, es el Garantiza el acceso a vacunas seguras, efectivas y de alta calidad (vacunas precalificadas por la OMS) de manera continua.
Apoya la sostenibilidad financiera de los programas nacionales de inmunización garantizándoles acceso fácil a una línea de crédito.
Promueve la introducción rápida y equitativa de nuevas vacunas.
En cuanto a los logros de la semana de la vacunación, el documento dice que según la OPS, a 16 años de la creación de la SVA han sido vacunadas más de 720 millones de personas y se ha contribuido a eliminar la rubéola (2015), el síndrome de la rubéola congénita (2015) y el sarampión (2016). También debido a las altas coberturas de inmunización alcanzadas (que rondan el 93% entre niños menores de un año de edad) se han reducido significativamente enfermedades tales como la difteria, el tétano y la tos ferina.
Ante el éxito de la SVA, en años recientes otras regiones del mundo también han dado marcha a sus propios programas. Ejemplo de ello son la Semana Europea de la Vacunación (2005) y la Semana Africana de la Vacunación (2011), entre otras. En el 2012 incluso se concretó la creación de la creación de la Semana Mundial de Inmunización (SMI), unificando los esfuerzos globales en un marco general para todas las iniciativas regionales.
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