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Sobre la «Cuenta Pública: una agenda social potente, pero insuficiente impulso al crecimiento».

LyD afirma que sabemos que siendo la infraestructura pública indispensable para el desarrollo del sector privado, la mayor parte del crecimiento ha de venir de la inversión privada. En este aspecto, arguye, la cuenta pública ha quedado al debe.

9 de junio de 2018

En una reciente publicación del Instituto Libertad y Desarrollo se da a conocer el artículo “Cuenta Pública: una agenda social potente, pero insuficiente impulso al crecimiento”. Se sostiene que desde una mirada política, el Presidente Piñera sorteó con éxito la instancia y dio un paso más en la consolidación de una propuesta propia de la centroderecha, destacando que los valores y principios que inspiran a este Gobierno son los de la unidad, la libertad, la justicia, el progreso y la solidaridad, enfatizando que la política y el Estado deben oxigenar y no ahogar esa libertad. Por su parte, y sin perjuicio de otras materias muy relevantes incluidas en la cuenta pública tales como los ejes en materia de modernización del Estado, el Presidente, correctamente, enfatizó cinco prioridades de su Gobierno, destacando su hoja de ruta en materia de (i) infancia, adultos mayores, clase media y mujeres; (ii) la lucha contra la delincuencia, el narcotráfico y el terrorismo; (iii) salud; (iv) educación de calidad y (v) crecimiento, empleo y salarios.
A continuación LyD afirma que a partir del contenido del discurso del Presidente en cada una de estas materias, es posible advertir la importancia que el Gobierno asigna al cumplimiento de su agenda social, lo que es acertado dadas las urgencias y carencias en la materia.
Sin embargo, se arguye, un eje prioritario de la política social como la entiende la centroderecha debe situar al crecimiento económico en el centro, tanto para contar con recursos para acometer esa agenda como para que las personas puedan alcanzar un mayor bienestar por sus propios medios. Sin perjuicio que el Presidente reiteró este concepto en su cuenta pública, un análisis más detenido respecto de los anuncios en materia económica de la cuenta deja sensaciones más matizadas. La cuenta, se afirma, debe ser evaluada en relación a si se entregaron señales claras y contundentes para retornar al progreso acelerado que Chile necesita y al que se había acostumbrado hasta el 2014.
Luego, plantea LyD, que en el programa de Gobierno se hablaba de duplicar la tasa de crecimiento del período 2014-2018, lo que implica pasar de una tasa promedio de un 1,7% a un 3,4%. Aun cuando hay señales de que el país se recuperará del pobre desempeño reciente, es necesario transformar ese impulso en un crecimiento sostenido como el de las décadas anteriores, y para ello se requerirá un esfuerzo mayor, por lo que ahí debe estar el foco de la gestión de este gobierno. Es necesario acelerar más el ritmo para sentar las sólidas bases que un crecimiento sostenido requiere.

BUENAS NOTICIAS EN EL ÁMBITO SOCIAL: AVANZAR HACIA LOS GRUPOS PRIORITARIOS

El texto señala que en materia social, los anuncios del Presidente ratifican la intención de avanzar en las prioridades establecidas en el programa. Plantea que para alcanzar esos objetivos es fundamental recuperar la capacidad de crecer con fuerza, creando más y mejores empleos, así como también mejoras en los salarios. Entrando en mayor detalle, la transformación del Ministerio de Desarrollo Social en Ministerio de la Familia y Desarrollo Social da cuenta del propósito de reorientar los programas sociales desde una perspectiva individual hacia una atención integral a la familia. El foco en la infancia se da a través del desarrollo del sistema de Alerta Infancia, que permitirá hacer un seguimiento y prevenir eventuales riesgos para los niños y también reformando la institucionalidad actual para atender a aquellos que ya han sufrido vulneraciones en sus derechos
Se valora, continúa, el cambio de enfoque para priorizar acciones que apunten a preservar o restablecer el derecho de los niños a vivir en familia, igualar el trato del Estado hacia los distintos prestadores (públicos o privados) y el establecimiento de mayores exigencias para el personal de servicio (como una capacitación obligatoria y periódica).

EDUCACIÓN: ENTRE LA CONTINUIDAD Y LAS NOVEDADES CON FOCO EN CALIDAD

LyD expone que en materia educacional, destacó la continuidad en la implementación gradual de los cambios establecidos en las leyes promulgadas por el Gobierno anterior: carrera docente, desmunicipalización, nuevo sistema de admisión escolar, aumento en horas no lectivas para docentes, implementación de nueva institucionalidad para la educación superior, entre otros. Cada una de ellas representa un importante desafío para el Gobierno, que deberá resolver los vacíos y las dificultades de leyes aprobadas durante la administración anterior y que en su mayoría son defectuosas.
Pero además de eso, se añade, hubo algunos anuncios sobre temas contenidos en el programa de Gobierno. En primer lugar, el foco en el mejoramiento de la calidad: la puesta en marcha del Sistema de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Parvularia y el Plan Nacional de Calidad en Educación Escolar. Este último comprende una iniciativa de simplificación de la carga burocrática que enfrentan los establecimientos producto del excesivo énfasis regulatorio de los últimos años. Asimismo, se anunció el foco del Ministerio de Educación en el apoyo a las escuelas con resultados insuficientes, así como la presentación de un proyecto de ley que establece un apoyo formal para la reinserción de alumnos, creando una subvención continua y nuevos mecanismos para adecuar la oferta educativa a sus necesidades y evitar la deserción. En segundo lugar, se confirma la intención de focalizar los recursos adicionales en los niños. Así, se anunció un aumento en los recursos para la educación parvularia, especialmente hacia los niños más vulnerables, lo que permitirá reducir las brechas que existen en los montos que entrega el Estado a los distintos establecimientos. Paralelamente, la presentación del proyecto de ley que crea un nuevo sistema de créditos para la educación superior habla de la intención del Gobierno de relevar este tipo de mecanismo por sobre la gratuidad universal, que además de ser un sistema deficitario (y que atenta contra la calidad), implica la entrega de cuantiosos recursos hacia los sectores más acomodados del país.

SALUD

En esta materia, LyD indica que el Presidente Piñera enfatizó que el sector salud requiere de una cirugía mayor y se refirió al inicio de la Mesa de Trabajo del Acuerdo Nacional por una Salud Digna y Oportuna. El mandatario definió medidas concretas que son consistentes con las necesidades del país y con los ejes prioritarios de su campaña presidencial. La mayoría de las medidas apuntan a mejorar la calidad del sector público de salud, lo cual consideramos es el énfasis correcto dada la realidad del país. Los problemas económicos por la deficiente gestión del sistema público de salud no son una historia reciente. Pero el aumento en 134% de la deuda entre marzo de 2014 y diciembre de 2017 que ha heredado el actual Gobierno agrava aún más los desafíos del sector: • Reducir las listas de espera: esto es indispensable ya que ha habido un fuerte aumento en las listas de espera en el sistema público en el período 2014-2017. Por ejemplo, hubo un aumento de 47% para intervenciones quirúrgicas electivas No GES durante el Gobierno anterior. • Nuevo modelo de atención primaria de salud como eje central de un modelo integrado: aumentar la capacidad de resolución de la atención primaria para una mejor integración y derivación a nivel hospitalario, aumentar los profesionales médicos de atención primaria y de especialidades con mayor déficit, e incorporar nuevas tecnologías médicas y un programa de telemedicina. Todas estas medidas apuntan a mejorar la calidad y gestión de la salud pública en el país. • Modernizar FONASA: el sistema atiende aproximadamente a un 80% de la población y tiene problemas reconocidos. Si bien no se cuenta aún con el detalle de las medidas, es claro que amerita medidas de modernización del sistema. • Implementar el plan Auge Mayor: es adecuado tener programas focalizados a este grupo etario dadas las proyecciones del INE que estiman que los chilenos mayores de 60 años aumentarán a 20% de la población en 2050. Ello significa que Chile será uno de los países con mayor envejecimiento demográfico del mundo.
Las siguientes medidas apuntan al sector privado de salud: • Reformar el sistema de ISAPRES: el Presidente fue claro en decir que se avanzaría hacia un sistema más solidario, poniendo fin a las preexistencias y discriminaciones en el acceso y costos de la salud que afectan a las mujeres y adulto mayores. Aún no se cuenta con el detalle del proyecto de reforma a ISAPRES, por lo cual no podemos evaluar cabalmente la medida anunciada. También mencionó la creación de un plan universal y un portal online para comparar planes. • Potenciar el programa Elige Vivir Sano: promover una cultura de prevención y vida sana a través del deporte, la alimentación, la vida familiar y el contacto con la naturaleza.

PENSIONES: AHORRO ES DEL TRABAJADOR

En materia de pensiones, dice LyD, vuelve a confirmar su compromiso en relación al propuesto incremento de las cotizaciones, “reconociendo el esfuerzo individual y respetando los derechos de los trabajadores sobre su ahorro previsional”. Resulta del todo prudente que este mayor ahorro obligatorio sea íntegramente propiedad del trabajador. Por su parte, en línea con el programa de Gobierno se reafirma el compromiso de fortalecer el Pilar Solidario, incrementando los beneficios y cobertura con un alza de 42% del aporte fiscal a éste. Es decir, el Estado se hace cargo de esta mejora en las pensiones de los más vulnerables por medio del financiamiento de impuestos generales, política concordante con su rol de redistribución del Estado, y no a partir de los aportes de los propios cotizantes del sistema.

POTENTES SEÑALES EN MATERIA DE INFRAESTRUCTURA

También los anuncios en materia de infraestructura pública se deben celebrar, destaca LyD. Es de la esencia del rol del Estado proveer infraestructura y conectividad a los ciudadanos para que puedan desarrollar sus actividades. Las inversiones planeadas en puertos, ferrocarriles de corta distancia y vialidad, conectividad eléctrica y, especialmente, en telecomunicaciones, donde un buen acceso a internet es un mecanismo que incluye a chilenos hoy excluidos simplemente por el lugar donde viven, potencian un crecimiento inclusivo desde lo territorial. A ello se suman los anuncios en materia de extensión de la red de Metro de Santiago, aumentando en casi un 50% la longitud de la red actual, otorgando un mejor acceso a la movilidad a amplios sectores de la población que actualmente no lo tienen. La ampliada red de Metro se presenta como el eje estructurante del nuevo Plan de Transporte Tercer Mileno, que reemplazará al fracasado Transantiago.

REACTIVACIÓN DE LA INVERSIÓN Y EL AHORRO: SEÑALES AL DEBE

Sin embargo, arguye LyD, sabemos que siendo la infraestructura pública indispensable para el desarrollo del sector privado, la mayor parte del crecimiento ha de venir de la inversión privada. Ésta ha caído sistemáticamente durante los últimos 4 años. Políticas para revertir esa situación es donde la cuenta pública ha quedado al debe. En el programa de Gobierno se fijó como objetivo el converger gradualmente a una tasa de impuesto de primera categoría a los niveles promedio de los países de la OCDE. Es decir, reducir del actual 27% a lo menos a un 25%. Cabe recordar que hoy en Chile las empresas están soportando la carga porcentual más alta de toda la OCDE, siendo una de las economías más pobres de esa organización. Sin duda que el Gobierno heredó una situación fiscal bastante más estrecha que la que inicialmente se anticipaba. El déficit estructural no fue de 1,5% del PIB como se estimó al momento de elaborar el programa de gobierno sino que de 2%, a lo que se suman compromisos o bien presiones de gasto para este año que no están financiadas en el presupuesto. No obstante ello, el Mandatario sí pudo haber mantenido su compromiso de rebajar la tasa del impuesto, quizás no este año, pero sí más adelante en su Gobierno. Renunciar a la rebaja, dejando todo el peso de la tan esperada y anunciada reforma tributaria en la simplificación del actual sistema, debido proceso al contribuyente y la plena integración de impuestos, pudiera ser insuficiente para lograr el objetivo de aumentar la inversión privada, premisa irrenunciable de la recuperación del crecimiento económico.
Es más, agrega el texto, estratégicamente puede resultar complejo que el Gobierno haya entregado este punto anticipadamente, más allá de los respaldos políticos que una reforma de esta naturaleza podía tener en el Congreso. Las recientes mejores señales de la recuperación económica no nos deben llevar a la autocomplacencia. El esfuerzo de materializar una mayor inversión privada para volver a crecer tiene que superar inercias de malas políticas que aún no tienen pleno efecto, como la reforma laboral. Las agendas pro inversión anunciadas recientemente por el Gobierno son positivas pero de efecto limitado. La falta de reformas económicas estructurales dejan al debe la cuenta pública.
LyD reflexiona que la primera cuenta pública del Presidente Piñera marca importantes énfasis como la relevancia que asigna a la libertad y al rol de las personas. Al Estado le cabe facilitar esa tarea y no ahogar esa libertad. Por su parte, resulta evidente el énfasis puesto en la agenda social, con la que busca hacerse cargo de realidades y necesidades urgentes, lo que es acertado, sin perjuicio de evaluarse en su mérito las medidas que, en definitiva, se propongan. Y, sostiene también aun cuando también se menciona el progreso, la inversión y el crecimiento como elementos cruciales para alcanzar el desarrollo y contar con los recursos que permitan hacerse cargo de las tareas de la agenda social, lo que aparece como más destacado es su fuerte compromiso con el mejoramiento de la infraestructura pública.
Por último, en relación a la inversión privada, LyD puntualiza que sin perjuicio que se delinean algunas medidas tendientes a mejorar la productividad y hacer más atractiva la inversión, parecen no tener los contornos necesarios para evaluar si serán suficientes no sólo para enmendar el rumbo, sino que mantenerlo de manera sostenida. Si la actual administración quiere reiniciar un nuevo período de progreso sostenido, recomienda, no confiarse ni en los mejores indicadores económicos que comienzan a aparecer, ni en una economía global sólida pero llena de sorpresas. El esfuerzo requerido es sustancial y debe constituir una cuestión prioritaria.

 

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