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Se oponen a proyectos mineros.

Amnistía se pregunta si Gobierno de Ecuador protegerá a activistas indígenas de ataques.

El organismo dice que una serie de ataques continuos y la impunidad que los rodea ponen de relieve los peligros que afrontan los defensores indígenas de los derechos humanos en este país.

13 de agosto de 2018

Erika Guevara Rosas,  directora para las Américas de Amnistía Internacional, comenta que elegido en abril de 2017 tras ocupar durante seis años la vicepresidencia con Rafael Correa, Moreno buscó el apoyo de los grupos indígenas durante la campaña, distanciándose del presidente Correa, cuyas políticas y retórica habían tensado su relación con los pueblos indígenas. Tras tomar posesión de su cargo, Moreno tendió una rama de olivo al indultar a varios activistas indígenas muy conocidos que estaban en prisión por delitos supuestamente cometidos dos años antes, durante unas protestas.
Añade que cuando, un mes después, Moreno se reunió con dirigentes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador(CONAIE), fue la primera vez en ocho años que líderes y lideresas indígenas se reunían con el presidente en el palacio presidencial. Allí, le hicieron entrega de un documento en el que exponían sus principales motivos de preocupación y pidieron que su Gobierno protegiera a los defensores indígenas de los derechos humanos.
Pero, continúa Guevara, la luna de miel no duró mucho. El descontento de los y las activistas indígenas con los planes del Gobierno para atraer inversiones en minería, entre otras queja, aumentó y, a finales de 2017, la CONAIE lideró una marcha de varias semanas desde Puyo hasta Quito para exigir un “diálogo con resultados”. La marcha culminó en una reunión con Moreno, que prometió que no otorgaría nuevas concesiones mineras a empresas que no cumplieran sus obligaciones medioambientales.
Ahora, asegura Amnistía, los activistas indígenas de derechos humanos dicen que el Gobierno no ha investigado los ataques y amenazas cometidos contra ellos durante la primera mitad de 2018.
El organismo señala que Gualinga, Grefa y Aranda pertenecen al Colectivo de Mujeres Amazónicas, que se reunió con Moreno en marzo para pedir medidas de protección para las defensoras de los derechos humanos, muchas de las cuales han recibido amenazas por su oposición a proyectos de extracción. En un tweet después de esa reunión, Moreno dijo que las preocupaciones de las mujeres indígenas eran legítimas, y que su Gobierno estaba comprometido a protegerlas a ellas y a sus hijos.
Sin embargo, asegura Guevara, los ataques continuaron. Y expone el caso de Yaku Pérez Guartambel, defensor de los derechos sobre el agua, presidente de la Confederación Kichwa del Ecuador y coordinador de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, quien fue atacado el 9 de mayo, mientras conducía, y lo mantuvieron secuestrado varias horas. Pérez dice que los atacantes dañaron su vehículo y lo acusaron de orquestar el reciente incendio de un campamento próximo perteneciente al proyecto minero Río Blanco.
Al día siguiente, Pérez presentó ante la fiscalía local una denuncia por secuestro, tortura e intento de asesinato.
“El responsable es este Gobierno, que sigue, que continúa con el emprendimiento minero”, declaró después a la prensa.
Luego relata Guevara, un juez civil suspendió más tarde el proyecto minero de Río Blanco tras resolver que no se había consultado previamente a las comunidades locales, aunque el Gobierno recurrió la decisión. Poco después, el Ministerio del Interior denunció a varios activistas, Pérez entre ellos, acusándolos de sabotaje por bloquear supuestamente la carretera que va hacia el campamento minero el 6 de mayo. La fiscalía local los está investigando. El 3 de agosto, una Corte Provincial de Justicia desestimó el recurso y confirmó la suspensión del proyecto de Río Blanco.
Asegura, que esta serie de ataques continuos y la impunidad que los rodea ponen de relieve los peligros que afrontan los defensores y defensoras indígenas de los derechos humanos en Ecuador.
Y cree que es necesario que las autoridades ecuatorianas reconozcan la importancia del trabajo que llevan a cabo los defensores, incluidos los que se dedican a la defensa de sus tierras y el medio ambiente, y garantizar su seguridad. Como declaró Moreno ante la Asamblea General de la ONU en 2017: “Debemos no sólo proteger, sino aprovechar el conocimiento de los guardianes de la naturaleza: los pueblos, comunidades y nacionalidades indígenas”.

 

Vea el texto íntegro del documento

 

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