El Juzgado de lo Penal número 2 de Valencia ha condenado a pagar una multa de 2.400 euros, 10 euros diarios por 8 meses), a un hombre por poner una denuncia falsa para justificar las 15 horas que “no recuerda haber pasado” en un prostíbulo en el que se gasto cerca de 4.000 euros.
El juez considera que los hechos son constitutivos de un delito de denuncia falsa del artículo 457 del Código Penal, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de responsabilidad criminal.
Cabe señalar que los hechos ocurrieron el 4 de diciembre de 2015 en Valencia, a donde el condenado había viajado por motivos laborales.
Ese día acudió a una Comisaría de Policía Nacional donde denunció que personas desconocidas le habían inducido a consumir alguna droga, que había perdido la noción del tiempo a partir de las 2:30 horas del día anterior.
Explicó que sólo recordaba que estaba tomando una copa en la Plaza del Tossal de Valencia y que recobró la memoria a las 18.00 horas, cuando caminaba de regreso al hotel en el que estaba alojado y donde al llegar le comunicaron que sus amigos y familiares le estaban buscando. Según denunció, posteriormente comprobó que le habían extraído sin su permiso unos 3.900 euros.
Las gestiones de la Policía permitieron averiguar que la denuncia interpuesta no se ajustaba a la realidad, motivo por el que se abrió un procedimiento por denuncia falsa que ha terminado en condena.
De acuerdo al relato de hechos probados de la sentencia “el acusado por su propio pie, solo y sin coacción alguna, sobre las 3:34 horas del día 3 de diciembre accedió a un local de alterne llamado EVEN / ELEVEN, realizando extracciones de dinero en un cajero situado en el lugar, entrevistándose con las chicas que allí alternan, y finalmente saliendo del local a las 18:15 horas del día, habiendo formulado denuncia para justificar ante sus allegados su “desaparición” durante tantas horas”.
Según el criterio del juez “los hechos resultan falsos, por cuanto consta acreditado, por las imágenes que se incorporan a los autos, a los folios 18 y siguientes, como el acusado, quien se reconoce en los citados fotogramas, entra a las 3:34:03 horas en el local de alterne Even/Eleven, por su propio pie y en solitario, conversa con una empleada, espera, se entrevista con una chica y posteriormente saca dinero del cajero que hay en el interior del local, para finalmente abandonar el mismo local a las 18:15:24 horas, de igual manera que entra, en solitario, por su propio pie, si bien con la americana en la mano”.
Durante el juicio, el ahora condenado manifestó que “tan solo denunció para saber lo que había pasado, y así lo consiguió”, porque le extrañó “lo de los cargos en Barcelona”.
El condenado se “reconoce en las imágenes grabadas en el local de alterne, aunque no recuerda haber estado allí, ni realizar las extracciones de dinero que según las imágenes hizo. Reitera que no lo recuerda, aunque si que se reconoce en las imágenes, y sostiene que no reconoció su firma en los tickets de pago con tarjeta, sin que fueran de PIN. Que el local posteriormente le devolvió 1.200 euros”.
Sin embargo, según la sentencia, “no consta que el acusado haya interpuesto denuncia alguna contra los representantes del citado local o sus trabajadores, por un delito de detención ilegal, por estafa o incluso por falsedad en documento mercantil, en apoyo de sus manifestaciones y se limita a decir que el local le ha devuelto 1.200 euros”.
Se acreditó asimismo que “la primera utilización de la tarjeta fue realizada con PIN y el resto con identificación de firma”.
Por último, que denunció los hechos tras saber que su esposa  había interpuesto “en fecha de 3 de diciembre de 2015 en Burgos denuncia por desaparición. Él denunció en día 4 de diciembre de 2015”.

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