Por Montserrat Verdugo*
Acuerdo por la Paz y el Desarrollo de la Araucanía.
Recientemente, el Presidente Piñera dio a conocer un conjunto de medidas políticas, sociales y económicas que apuntan el desarrollo de la Región de la Araucanía. Se trata del Acuerdo por la Paz y el Desarrollo de la Araucanía (Véase relacionado).
La propuesta surge de la intención expresada por el Gobierno de lograr la paz en la zona, para así poder incentivar la inversión y conseguir un mayor desarrollo para la región más pobre del país. Por lo mismo, es posible apreciar que la batería de medidas propuestas apunta a todos los rubros, desde inversión en infraestructura hasta en salud, educación y caminos. Para esto también anunció una inversión millonaria por parte del Estado y de privados, que se realizaría en el plazo de 8 años, desde 2018 al 2026.
De esta forma, es posible distinguir que las principales propuestas del Plan son las siguientes: (1) el diálogo y búsqueda de acuerdos de paz; (2) reconocimiento y valoración de la diversidad cultural; y (3) el plan impulso a la Araucanía. Cada una de ellas con su respectivo conjunto de medidas que pretenden concretar dichas propuestas.
Propuestas del Plan Araucanía.
La primera gran propuesta es el diálogo y búsqueda de acuerdos de paz. Para ello se crea el Consejo por el Reencuentro de la Araucanía, se fortalece el Fondo de Reparación a las Víctimas del Terrorismo, y se asegura la paz y el Estado de Derecho en la región.
En segundo lugar, se propone el reconocimiento y valoración de la diversidad cultural. De las medidas para alcanzar este objetivo, destaca una reforma constitucional que pretende realzar el rol de los pueblos indígenas; crear una ley de cuotas para promover la participación de los pueblo indígenas con un incentivo económico, a través de un reembolso mayor por voto obtenido; y permitir a las comunidades titulares de terrenos, poder dividirlos y crear títulos individuales, además de permitir a quien ostente el título de dominio la celebración de contratos de arrendamientos o cesiones de derechos.
Luego, ese encuentra el denominado Plan Impulso Araucanía que incluye proyectos de inversión públicas en infraestructura, en caminos, construcciones de obras de salud, viviendas y acceso a agua potable, un plan de acceso a aguas de riego, incentivos al turismo, al emprendimiento y a la innovación.
Consideraciones sobre algunas de las Propuestas.
La ley de cuotas pretende promover la participación de los pueblos indígenas en el Congreso, a primera vista supone un increíble reconocimiento al principio de las minorías. Sin embargo, es difícil predecir qué tanto interés real de participación habrá por parte de los pueblos indígenas para presentar a sus candidatos a elecciones parlamentarias y de consejos municipales.
Por otro lado, el Plan Araucanía propone permitir a las comunidades titulares de terrenos que los dividan y asignen títulos individuales, además de facilitar a los dueños titulares para que celebren contratos de arrendamientos o cesiones de derechos sobre dichos predios, medida que va contra la práctica que hasta ahora se ha reconocido en la letra de la norma.
Finalmente, el Plan contempla una reforma constitucional que compromete al Estado a preservar y promover la diversidad cultural de los Pueblos Indígenas, con lo cual se aspira a saldar una reivindicación que ha sido permanentemente debatida desde las primeras iniciativas presentadas al respecto bajo el gobierno del ex Presidente de la República Patricio Aylwin Azócar.
* Investigadora del Centro de Estudios Constitucionales y Administrativos de la Universidad Mayor.
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