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Acción por el Clima en India: Avances en energía renovable y desafíos en el acceso a la información.

Aunque, arguye la BCN, la posición del país asiático en los rankings globales de Acción por el Clima podría considerarse satisfactoria, su experiencia ha mostrado que aún es necesario enfrentar ciertos desafíos para ser considerado un país líder en las acciones por el cambio climático.

23 de noviembre de 2018

En una reciente publicación de la Biblioteca del Congreso Nacional se da a conocer el artículo “Acción por el Clima en India: Avances en energía renovable y desafíos en el acceso a la información”.
Sostiene que el país asiático cuenta con un Plan de Acción sobre el Cambio Climático desde el año 2008 que le ha permitido avances en disminuir la dependencia del carbón y aumentar la disponibilidad de paneles solares. Pese a que se sitúa dentro de los países con más acciones para mitigar los efectos del cambio climático, se reconocen grandes desafíos en transparencia con el fin de monitorear los avances.

Un plan nacional para desarrollar acciones concretas por el clima

La BCN relata que el 2018 comenzó con una noticia preocupante para la India. Junto a Filipinas, Pakistán y Bangladesh es uno de los países más vulnerables al cambio climático. Según un estudio realizado por HSBC entre 67 mercados emergendes y desarrollados, India presenta mayores rasgos de sensibilidad a los fenómenos meteorológicos extremos y un consecuente aumento de la temperatura del agua. Esto podría reducir los ingresos anuales de la industria agrícola, especialmente aquellas que no cuentan con riego.
Sin embargo, una década antes, la sensibilidad por los efectos del calentamiento global llevó al Consejo del Primer Ministro sobre el Cambio Climático a crear el Plan de Acción sobre el Cambio Climático, instrumento creado por agencias de gobierno, científicos, académicos e industrias con el fin de crear conciencia en sus propios sectores sobre las amenazas al ecosistema de los actuales modos de producción. De esta manera, India fue uno de los 10 primeros países en todo el mundo en contar con un instrumento de estas características.
Este documento cuenta con siete principios que pretenden guiar el diseño de las políticas públicas y el funcionamiento de las industrias con bajas emisiones de carbono. Estos principios son:

• Proteger a los sectores más pobres y vulnerables de la sociedad a través de una estrategia de desarrollo sostenible y sensible con el cambio climático 

• Lograr el crecimiento económico ecológica y sosteniblemente 

• Idear estrategias eficientes y rentables para la gestión de la demanda energética 

• Emplear tecnologías apropiadas para adaptar y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero 

• Promover nuevas formas de ingeniería, formas regulatorias voluntarias y mecanismos que permitan el desarrollo sostenible 

• Implementar programas que incluyan a la sociedad civil, gobiernos locales y alianzas público privadas 

• Atraer cooperación internacional para la investigación, desarrollo y transferencia tecnológica

De tal forma, estos siete principios representan una aproximación integral de largo plazo que, además de conseguir cambios locales en favor del desarrollo sostenible, se preocupa de proyectarse como un miembro responsable de la comunidad global, motivado por un sentido de cooperación para avanzar en aquellas áreas que sean necesarias para mitigar las causas y efectos del calentamiento global. Para ello, el plan considera que todos los actores responsables en la acción por el clima tienen que adaptar sus métodos, es decir, unificar y ampliar sus mediciones, además de diferenciar las responsabilidades en las acciones tomadas.

Efectividad del plan de acción en perspectiva global

A continuación, la BCN expone que en consideración de que la existencia de un plan no necesariamente implica su cumplimiento, hay dos índices globales que nos podrían dar luces en relación a cuan efectivo ha sido el Plan de Acción sobre el Cambio Climático. El Rastreador de Acción Climática (Climate Action Tracker) es una medición realizada por una fundación científica, avalada por el Ministerio de Medioambiente alemán y la Iniciativa Climática Internacional.
Esta medición clasifica a los países entre quienes son consistentes con el acuerdo de París -que propone acciones para limitar el aumento de la temperatura por debajo de los 1,5 grados centígrados- y quienes no. Entre los primeros lugares para los considerados consistentes no hay países, sin embargo en la clasificación siguiente, denominada Compatible, se encuentran Marruecos y Gambia. Más atrás en Compatible de 2ª, cuyas medidas permitirían mantener el calentamiento en 2 grados centígrados, está la India, junto a Bhutan y Filipinas. De América Latina solo figura Costa Rica en esta categoría. La posición de nuestro país se encuentra en la categoría de Altamente Insuficiente, junto a países como China o Argentina.
Entre las acciones que destaca el Climate ActionTracker para ubicar a la India dentro de los países compatibles con el Acuerdo de París, está la adopción del Plan Nacional de Electricidad, que le permitirá generar energía no fósil entre un 60 y 65 por ciento para el año 2030. No obstante, dicho plan ha tenido como medida exitosa el freno a la construcción de nuevas centrales eléctricas de carbón. Además, ha conseguido la disminución de la energía solar en un 50 por ciento, al igual que los costos en el almacenamiento. Todo esto llevaría a que para el año 2030 la India tenga un 50 por ciento menos de emisiones que las obtenidas el año 2005.
Otra medición es el Climate Change Performance Index, elaborado por la Red Internacional de Cambio Climático y financiada por la Fundación Barthel Stiftung. En su informe de 2018, la India ocupa el lugar 14, por encima de Francia e Italia, ubicados en el 15 y 16 respectivamente. Este resultado fue logrado gracias a las bajas emisiones per cápita del país asiático y -en coincidencia con el índice anterior- por la promoción de energías renovables. En esta medición los tres primeros lugares también se encuentran desiertos, siendo Suecia en el cuarto lugar quien lidera las acciones conducentes a mitigar los efectos del cambio climático.

Evaluación de las acciones

Aunque, arguye la BCN, la posición del país asiático en los rankings globales de Acción por el Clima podría considerarse satisfactoria, debido a que sus acciones le permitirían mantener, incluso reducir el calentamiento en dos grados centígrados, su experiencia ha mostrado que aún es necesario enfrentar ciertos desafíos para ser considerado un país líder en las acciones por el cambio climático. Esto es lo que plantea el informe Hacer Frente al Cambio Climático desarrollado por el Centro para la Ciencia y el Medioambiente de la India sobre el Plan Nacional de Acción sobre el Cambio Climático.
Dicho documento reconoce que el plan ha organizado de manera holística a aquellas fuerzas que responden al cambio climático, pues ha organizado a distintas instituciones, políticas públicas, planes y misiones vinculadas con la mitigación del calentamiento global, tales como la Misión Solar, la Misión Nacional por el Fortalecimiento de la Eficiencia Energética, la Misión por el Hábitat Sostenible, Misión por el Agua, por el Conocimiento Estratégico sobre el Cambio Climático, por la Agricultura Sostenible, la Misión Nacional por India Verde y la Misión por Nacional por un Ecosistema Sostenible en el Himalaya.
Sin embargo, señala que a partir de su lanzamiento, el plan se ha agotado una gran cantidad de maquinaria burocrática en la puesta en marcha de las misiones y que la mayoría solo entró en vigencia en los últimos tres años. Asimismo, señala que el progreso de estas ha sido incierto y que el enfoque sobre el cambio climático propuesto en el plan ha sido demasiado amplio y carece de especificaciones. Esto ha llevado a que las misiones de energía solar o eficiencia energética tengan objetivos cuantificables, mientras que la misión de desarrollo en el Himalaya se ha desarrollado de forma adaptativa.
Por lo tanto, el principal desafío que debe enfrentar el plan es el acceso a la información, ya que son pocos los informes de progreso disponibles para el público, situación que impide un mapeo de los avances y no se puedan construir sistemas de monitoreo. Asimismo, el informe agrega que es necesario que todos los ministerios a cargo de las misiones rindan cuenta sobre el progreso y tengan reuniones regulares con el Consejo donde se expongan los avances con datos cualitativos y cuantitativos.

Gobierno abierto y cambio climático

La necesidad de más acceso a la información con el fin de monitorear los progresos de las medidas orientadas a mitigar los efectos del calentamiento global, más que una debilidad planteada por el informe anterior, es uno de los compromisos acordados en la firma del Acuerdo de París. El sentido de esta acción es que la ciudadanía tenga la posibilidad de supervisar el cumplimiento de las metas. En un artículo de Elizabeth Moses sobre Gobierno abierto y acción por el clima, plantea que el monitoreo de la sociedad asegura además que las acciones contra el cambio climático se lleven a cabo de forma inclusiva y resiliente. En ese sentido asegura que la participación colaborativa de las comunidades de gobierno abierto y cambio climático es fundamental, ya que históricamente han trabajado de forma aislada.
De esta manera, Moses plantea cuatro áreas para asegurar datos abiertos que respondan a la acción por el clima. En primer lugar sostiene que es necesario incrementar el acceso a datos e información del clima. Esto se logra a través de herramientas de transparencia y leyes de libertad de información, presupuestos transparentes, políticas de datos abiertos y mayor acceso a la información. En segundo lugar, promocionar el desarrollo de políticas de cambio climático que sean participativas e incluyentes. Debido a que las comunidades y la sociedad civil juegan un rol importante en contra del cambio climático, es necesario el fortalecimiento de la gobernanza a nivel nacional y local que además garantice la inclusión de sectores vulnerables.
Una tercera área se relaciona con emprender acciones legales para el logro de una mayor rendición de cuentas. Para Morse, esto permite que los ciudadanos y grupos de la sociedad civil tomen acciones legales, tanto en tribunales nacionales como internacionales con el fin de asegurar que tanto gobiernos como empresas rindan cuentas de sus acciones contra el cambio climático. Por último, recomienda crear nuevos espacios de incidencia política, donde líderes de opinión y movimientos ligados al gobierno abierto y al cambio climático, tengan instancias de integración y colaboración.

Acción por el clima en la realidad chilena

Enseguida, la BCN explica que aunque en nuestro país no hay un Consejo o un plan nacional que involucre a tal diversidad de actores como sucede en el caso indio, existen acciones que, en consideración de la firma del Acuerdo de París el año 2015, podrían asumirse como parte de los compromisos. Una de ellas es el Plan de Acción Nacional para el Cambio Climático 2017- 2022, impulsado por el Ministerio de Medio Ambiente cuyos objetivos se relacionan con la reducción de la vulnerabilidad de nuestro país a los efectos del cambio climático y al cumplimiento de los compromisos asumidos ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc). Asimismo, en este documento queda explícito el compromiso de reducir en un 30 por ciento las emisiones de carbono para el año 2030.
Desde el Parlamento, una acción reciente ha sido la aprobación del proyecto para incentivar el desarrollo de generadoras residenciales, con el fin de que en los hogares se instalen sistemas de energía alternativa, como por ejemplo paneles solares que, a su vez, permitan el suministro a autos eléctricos. Para el diputado Jorge Rathgeb hay buenos proyectos, pero según su parecer son necesarias más medidas y generar más discusiones para impulsar el uso generalizado de energías limpias que redunden en mitigar los efectos del cambio climático.
A su parecer, aún hay situaciones que afectan el avance de las energías limpias. “Por ejemplo, acciones como una solicitud por medio del Ministerio de Energía para designar un lugar para instalar un cargador de vehículos eléctricos aquí en el Congreso y aún no hemos dado respuesta. Se dijo inicialmente que hay muy pocos vehículos. Es entendible que este tipo de medidas tienen un costo inicial, que es alto para nuestros presupuestos, pero es necesario que avancemos en este tipo de acciones, más aún cuando se trata de aumentar el uso de energías limpias. Lamentablemente estamos lejos de darle la importancia que merecen a este tipo de acciones”, afirmó.
Respecto a las acciones que pudieran llevarse a cabo en regiones para impulsar el desarrollo de energías renovables, el parlamentario le dio importancia a discutir sobre la base de los impactos que generan estas nuevas alternativas. “Tenemos tantas posibilidades de energías limpias, tanto en mi región como en todo Chile. En este gobierno se ha avanzado mucho en ello. Hay proyectos para la instalación de parques eólicos, o las centrales de paso, que es cierto que generan ciertos impactos pero es necesaria una discusión para seguir avanzando en el tema de desarrollar nuevas fuentes y tecnologías”, puntualizó.

 

Vea texto íntegro del documento

 

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