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El Tribunal Supremo noruego considera un delito la posesión de muñecas inflables de tamaño infantil.

Sostiene que «la anatomía y las proporciones de la muñeca eran las de una niña» y «fue diseñada con fines sexuales».

25 de septiembre de 2019

En una reciente publicación del medio español Confilegal se da a conocer el artículo "El Tribunal Supremo noruego considera un delito la posesión de muñecas hinchables de tamaño infantil".
Se sostiene que el Tribunal Supremo de Noruega ha avalado que pueda ser considerado delito la importación y la posesión de muñecas hinchables de tamaño infantil, por considerar que la representación de niños con fines sexuales también supone una violación de las leyes del país nórdico.
El tribunal del caso, formado por cinco magistrados, falló ayer por unanimidad que estaba «fuera de toda duda» que «la anatomía y las proporciones de la muñeca eran las de una niña» y «fue diseñada con fines sexuales».
A continuación, se comenta que tenía tres aberturas en el cuerpo y venía suministrada con una peluca, un par de ojos adicionales, un tubo de gelatina y equipo de lavado.
La muñeca en cuestión, fue incautada, por los funcionarios de aduanas en el aeropuerto de Oslo en 2016 después de que un hombre de 45 años lo hubiera comprado a través de Internet a Hong Kong.
El Ministerio Fiscal acusó al propietario de un delito en virtud del artículo 311 del Código Penal, que prohíbe la importación de representaciones que sexualicen a los niños.
El abogado defensor, John Christian Elden, alegó durante la vista por el recurso de apelación que la muñeca no entraba dentro de las representaciones sexuales de niños vetadas por el Código Penal, castigadas con hasta tres años de cárcel.
Enseguida, se afirma que el tribunal también rechazó la argumentación de Elden de que la muñeca «puede ser un sustituto suficiente para evitar el abuso real», señalando que el legislador había decidido que era punible representar a una niña como un objeto sexual.
El Supremo, en consecuencia, se pronunció rechazando el recurso contra la condena que, en primera instancia, había impuesto al comprador una pena de 60 días de cárcel y una multa de 10.000 coronas (unos 1.000 euros).
Por último, se recuerda que la policía noruega había expresado su preocupación por el aumento de los pedidos de muñecas sexuales reales de Hong Kong; los que compran las muñecas podrían representar un riesgo de cometer más abusos contra los niños, afirmaron fuentes oficiales.

 

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