Noticias

Opinión.

Escriben: «Inteligencia Artificial y Derecho. Acerca de lo que hay».

El autor indica que la mejor manera de coger el tren tecnológico no es perseguirlo, sino estar en la siguiente estación.

30 de septiembre de 2019

Recientemente, el autor argentino Antonio Martino publicó un análisis sobre la inteligencia artificial y el derecho.

En el documento, el autor comienza explicando que la mejor manera de coger el tren tecnológico no es perseguirlo, sino estar en la siguiente estación. En otras palabras, argumenta que necesitamos anticipar y dirigir el desarrollo ético de la innovación tecnológica. Y podemos hacer esto observando lo que es realmente factible, privilegiando, dentro de esto, lo que es ambientalmente sostenible, luego lo que es socialmente aceptable y luego, idealmente, elegir lo que es socialmente preferible compatiblemente con la sostenibilidad de la biosfera, por lo que nuestra ecuación actual es incompleta.

Luego, el documento expone que hemos demostrado que los que las tomas de decisiones cada vez son más ayudadas por programas digitales y que muchas veces pueden hacerlo directamente si hay suficiente control antes, durante y después de la decisión. Vimos que el derecho siempre estuvo cerca de las formulaciones formalizadas desde los epígrafes romanos hasta la teoría de la argumentación pasando por la profusa actividad normalizadora en derecho de los últimos cuarenta años.

Posteriormente, el documento explica que vivimos una época de crecimiento extraordinario de la información y su difusión. La expresión Big Data tiene un sentido específico aunque no sea transparente para todo el mundo. Y aquí aparece la segunda característica de nuestro tiempo: así como después de Platón y mucho más después de Gutenberg, el gran tema fue alfabetizar a la población, hoy tenemos un problema parecido con la falta de conocimiento de una parte importante de la población para el uso de los medios informáticos con los cuales se están transformando casi todos los trabajos y los servicios sociales a través del Gobierno electrónico.

A continuación, el autor indica que obviamente que tenemos que ocuparnos de problemas éticos o estos se nos vendrán encima después. Dejemos de discutir inútilmente si las maquinas van a gobernar al hombre, tema para filósofos desocupados y ocupémonos de temas concretos y muy próximos. Por supuesto que cualquier programa, sobre todo si puede aprender y tiene directivas concretas de su finalidad tendera a alcanzarla siempre más. Pero si es un software o como quiere la imaginación popular un robot, el tema es que para alcanzarlo no tiene otros límites que el nosotros le pongamos. De lo contrario -dado que no puede tener una ética pues no es consiente- lo obtendrá de cualquier manera.

En ese sentido, el trabajo desarrolla la idea de que los problemas éticos son importantes, se comprometen con las partes interesadas afectadas y, sobre todo, proporcionan soluciones compartidas. Por consiguiente, la ética digital debe informar las estrategias para el desarrollo y el uso de las tecnologías digitales desde el principio, cuando cambiar el curso de acción es más fácil y menos costoso, entremezclando los recursos y el impacto. Debe sentarse a la mesa de los procedimientos de elaboración de políticas y de toma de decisiones desde el primer día. Porque no sólo debemos pensarlo dos veces, sino que lo más importante es que debemos pensar antes.

Finalmente, el documento concluye que ejemplo de una cascada normativa, con el negocio como agente y las personas como clientes. Argumenta que le ha llamado mucho la atención una aclaración de un gran especialista de Marketing: el marketing no es la actividad para vender mejor mis productos sino la actividad de aprender qué producir. Todo dicho conforme a la máxima griega que aparece en el oráculo de Delfos ΜΗΔΕΝ ΑΓΑΝ (Χρ?νου φε?δου). De nada en demasía, que los romanos supieron acuñar en Ne quid nimis.

 

 

Vea texto íntegro de la publicación.

 

        

RELACIONADO

*  Escriben: "Tecnología de la información y de la comunicación y resolución de litigios. El modelo europeo de promoción del ODR en el ámbito de los litigios de consumo"…

 

 

Te recomendamos leer:

Agregue su comentario

Agregue su Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *